Firmar una hipoteca es una decisión importante que nos afectará durante muchos años. Por ello, conviene analizar varios factores antes de empezar el proceso de búsqueda de la mejor opción posible y evitar los errores que muchos consumidores cometen hoy en día.
Entre los más frecuentes están no calcular bien el precio de compra de la vivienda, ignorar las comisiones que establece el banco, no saber qué nivel de endeudamiento pueden asumir o quedarse con la primera oferta que tengan sobre la mesa. Repasamos por qué son errores garrafales y de qué manera se pueden esquivar.
Errores comunes al pedir una hipoteca: claves para evitarlos
Aunque son diversos los errores que se pueden cometer a la hora de pedir una hipoteca, los que te mostramos a continuación son los más habituales y los que podrían hacer que termines pagando mucho más dinero por tu hipoteca. ¡Toma nota para no caer en ellos!
No calcular correctamente el precio de comprar una casa
Puede parecer algo muy básico, pero es uno de los errores en los que más personas suelen caer. Especialmente a la hora de comprar su primera vivienda. Hay que tener en cuenta que, hoy en día, son muy pocos los bancos que dan hipotecas al 100%. Es decir, hipotecas que cubren la totalidad del precio de la vivienda. En su lugar, lo más habitual es que la hipoteca que concede el banco representa el 80% del precio de la casa.
Es decir, que será necesario contar con el 20% que falta del precio de la vivienda. Esto es lo que se conoce como “la entrada”, y se trata de una cantidad de dinero que tenemos que tener ahorrada previamente. Además, también hay que tener en cuenta que la compra de una casa tiene unos gastos e impuestos asociados, que suelen representar el 10% del precio de la vivienda.
Por tanto, lo más habitual es que necesites disponer del 30% del precio de la vivienda en forma de ahorros para poder realizar la operación de compra y solicitar la hipoteca.
No mirar detenidamente todas las comisiones
Uno de los errores que debes evitar cuando vayas a pedir una hipoteca es no leer detenidamente el contrato y las condiciones de la hipoteca. Y, en concreto, todo lo relativo a las comisiones. Las comisiones son cantidades de dinero que el banco cobra por realizar determinados servicios o gestiones. Y la realidad es que se tienen que afrontar con más frecuencia de lo que la mayoría de clientes piensa en el momento de firmar la hipoteca.
Un buen ejemplo son las comisiones de subrogación y novación de hipoteca. Estas operaciones nos van a permitir cambiar la hipoteca de banco o renegociar las condiciones iniciales en las que se firma. Puede que, en el momento de la concesión, nos parezca imposible que pueda llegar el día en el que queramos hacer cualquiera de estas dos operaciones, pero suele ser habitual hacerlo a lo largo de la vida del préstamo, por lo que es importante que revisemos las comisiones asociadas en cada caso antes de firmar.
No tener clara nuestra capacidad de endeudamiento
La mayoría de personas tiende a considerar que su capacidad de endeudamiento es mayor de la que realmente puede asumir, lo que puede provocar problemas económicos más adelante. En general, se suele considerar que la cantidad de dinero que debemos destinar a pagar las deudas (tanto la hipoteca como otras deudas en caso de haberlas) no debe superar el 40% de nuestros ingresos. Es decir, que si tenemos un salario de 2.000 euros, la cuota de nuestra hipoteca no debería ser superior a 800 euros (suponiendo que no tengamos otros préstamos o deudas a las que también debamos hacer frente).
En este sentido, es indispensable saber qué casa me puedo permitir y, a partir de ahí, valorar qué hipoteca se ajusta realmente a mi situación económica y financiera.
Quedarse con la primera oferta que nos hagan
Otro de los errores que debes evitar cuando vayas a pedir una hipoteca es quedarte con la primera oferta que te hagan. Es muy habitual acudir a nuestro banco de confianza y preguntar por sus productos hipotecarios y, directamente, escoger el que más se ajusta a nuestro perfil. Sin embargo, haciendo esto estamos descartando el resto de posibilidades que nos ofrece el mercado hipotecario y, en consecuencia, estamos perdiendo la posibilidad de encontrar una oferta mejor. Una oferta que nos cueste menos dinero y que nos ofrezca las mismas o mejores condiciones.
Si quieres evitar pagar más por tu hipoteca, lo más recomendable es que, por lo menos, tengas tres ofertas vinculantes sobre la mesa antes de decidir con cuál te quedas.
Descartar las ofertas online
Finalmente, otro de los errores de principiante que debes evitar a la hora de pedir una hipoteca es descartar las ofertas online. Hoy en día no tiene ningún sentido ir de sucursal en sucursal solicitando información de las ofertas hipotecarias de cada banco. Toda esa información está disponible en sus páginas web y, además, es incluso más probable que obtengas más información en Internet que si vas a las oficinas 'in situ'.
De hecho, ni siquiera tiene sentido que busques la información individual de las hipotecas de cada banco uno a uno. Lo más práctico y lo que te va a permitir hacer una comparación rápida y efectiva del mercado hipotecario en el momento es utilizar un comparador de hipotecas. Gracias a esta herramienta, vas a filtrar la búsqueda según tus preferencias y necesidades, y vas a obtener un resultado de las ofertas disponibles adaptadas a tu perfil concreto. De esta forma, no solo ganas tiempo, sino que además tienes la certeza de estar comparando una cantidad de ofertas hipotecarias suficientemente amplia como para encontrar la hipoteca que de verdad se ajusta a tus necesidades y preferencias.
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