La entidad malagueña es una de las primeras que ha movido ficha y ha subido el tipo de interés de su oferta hipotecaria fija en un momento en el que se diluyen las probabilidades de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte el precio del dinero a corto plazo.
En la recta final de año, la hipoteca fija de Unicaja aplica un interés inicial del 3,05% durante los primeros seis meses y un 3% (3,99% TAE) a partir de entonces con las máximas bonificaciones. Así, el TIN se eleva en más de tres décimas frente a la oferta que ha comercializado en los últimos meses.
Para acceder a estas condiciones, el cliente debe cumplir una serie de requisitos opcionales. Entre las opciones están la domiciliación de la nómina (con un mínimo de 600 euros al mes) y de los recibos; realizar consumos con la tarjeta de la entidad o contratar el seguro vida, de hogar, de desempleo o de incapacidad temporal; o bien, realizar aportaciones periódicas a fondos de inversión o a un plan de pensiones.
En caso de no cumplir ninguno de ellos, el tipo de interés durante los primeros seis meses se mantiene en el 3,05%, pero pasado ese plazo sube un punto, hasta alcanzar el 4% (4,13% TAE).
La hipoteca fija de Unicaja está disponible para comprar cualquier vivienda. Si la operación va destinada a una primera residencia, el límite de financiación es de hasta el 80% del menor de estos dos importes: el valor de tasación del inmueble o su precio de compra. Si se trata de una segunda residencia, el límite es del 70%.
Por otro lado, esta hipoteca establece una comisión de apertura del 0,15%, así como una penalización por las amortizaciones anticipadas, ya sean parciales o total. La comisión máxima es del 2% si el pago se lleva a cabo en los primeros 10 años desde la firma y del 1,5% a partir de ese momento, siempre que la operación provoque una pérdida financiera a la entidad, tal y como marca la ley hipotecaria.
En cuanto al plazo de contratación, el banco malagueño permite firmar a 25 años si la hipoteca fija es para una segunda residencia y siempre que el titular no tenga más de 70 años a la fecha de vencimiento. Pero el plazo se amplía hasta los 30 años si es para una vivienda habitual y si el hipotecado no tiene más de 75 años a la fecha de vencimiento del contrato hipotecario.
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