Las familias españolas siguen comprando Letras del Tesoro como si no hubiera mañana. En la subasta celebrada el pasado 11 de abril, tuvieron la oportunidad de adquirir Letras a 6 y a 12 meses, mientras que esta semana tendrán la opción de tomar estos títulos a 3 y 9 meses. ¿Es mejor optar por plazos más cortos o ha llegado la hora de asegurar las rentabilidades en los de mayor duración?
Desde que estalló la gran tormenta financiera que se llevó por delante a Silicon Valley Bank en EEUU y a Credit Suisse en Europa, mucho han cambiado las cosas en lo que a los tipos de interés se refiere. Poco más de un mes después del fatídico 10 de marzo, que dejó a la vista las debilidades de la banca regional estadounidense, se ha producido un cambio radical de expectativas.
Ahora, una parte relevante del mercado cree que la Reserva Federal podría realizar el 3 de mayo la última subida del precio del dinero. En la zona euro, las previsiones son ahora mucho menos agresivas. Las refleja por ejemplo el euríbor que, aunque está recuperando terreno hasta el 3,7%, aún sigue lejos del 4% que llegó a alcanzar en tasa diaria antes de la tormenta financiera. Y también las recogen las Letras, que están viendo mermada su rentabilidad este mes de abril.
La última subasta dejó el tipo medio de las Letras a un año en el 3,12%, lejos del 3,29% de la puja de marzo, que era el rendimiento más alto en este plazo desde 2012. En el caso de los títulos a 6 meses, la rentabilidad ha caído también, en este caso por debajo del 3%. Hasta el 2,99%. La primera lección que hay que extraer de este movimiento es que, efectivamente, el mercado cree que la subida de tipos en Europa será mucho menos agresiva a partir de ahora.
Si hacemos caso a esta teoría, la mejor estrategia es empezar a apostar por los plazos más largos y asegurar rentabilidades a 9 y a 12 meses que, desde ahora, son mucho más atractivos. La razón es que, salvo gran sorpresa, los tipos de interés van a subir a un ritmo mucho más suave, si es que no se para la máquina de las subidas totalmente. Por lo tanto, hay poco que perder.
La cuestión es hasta qué punto merece la pena comprar Letras a tres meses ó a seis meses para poder recuperar la liquidez en plazos de tiempo cortos a la caza de buenas oportunidades. Por supuesto que existe la posibilidad de que los tipos de las Letras suban en los próximos meses hasta niveles más altos, pero en el mejor de los casos se trataría de avances poco significativos y menos bruscos en el tiempo.
A la espera de la subasta del día 18 de abril, las Letras a tres meses ofrecen una rentabilidad del 2,63% que muy probablemente se reducirá la semana que viene. Por su parte, a 9 meses el retorno fue del 3,03% el pasado mes de marzo. Lo normal es que también se ajuste a la baja, ya se verá cuánto respecto a los títulos a seis meses. En cualquier caso, las nuevas rentabilidades a 9 meses serán atractivas para un ahorrador que quiere cazar un buen tipo de interés y dormir tranquilo.
A estas alturas, nadie puede asegurar que las rentabilidades récord de marzo no puedan ser superadas de nuevo si, por ejemplo, se produce un nuevo repunte de la inflación. Pero lo cierto es que los mercados ya están descontando en los nuevos tipos de interés de las Letras que el Banco Central Europeo (BCE) va a pisar el freno de forma más o menos contundente. De momento, más vale aquello de "pájaro en mano...".
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