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La empresa The DHaus Company ha llevado a cabo la ampliación de Gingerbread House, una vivienda de los años 60 en el barrio londinense de Muswell Hill.
Gingerbread House Matthew White

Una de las tendencias más interesantes del diseño arquitectónico contemporáneo es el uso de materiales que combinan estética y funcionalidad para embellecer las fachadas. Las tejas de hormigón, en particular, han ganado popularidad debido a su durabilidad, resistencia y capacidad para aportar un toque que permite distinguir el edificio. Este material permite no solo proteger su estructura, sino también aportar un estilo único que puede integrarse perfectamente en proyectos de renovación o ampliación de viviendas, como en el caso de la Gingerbread House en Londres, donde la combinación de tejas de diferentes materiales ha dado lugar a una fusión creativa entre lo tradicional y lo moderno.

La fusión entre artesanía y tecnología

La empresa The DHaus Company ha llevado a cabo la ampliación de Gingerbread House, una vivienda de los años 60 en el barrio londinense de Muswell Hill. Esta intervención no solo ha dotado a la casa de un nuevo espacio de cocina y comedor, sino que también ha conseguido integrar la ampliación con el diseño original a través del uso de tejas de diversos materiales y formas. La combinación de técnicas de fabricación digital con influencias del movimiento Arts and Crafts, ha sido clave en este proyecto.

La conexión entre lo antiguo y lo nuevo permitió que la ampliación se sintiera como una extensión natural de la estructura existente.
Ampliación hacia el jardín Matthew White

El revestimiento original de la casa, hecho también de tejas de hormigón, sirvió como inspiración inicial para la ampliación. Según explican desde el estudio, "nos fascinó este vestido arquitectónico, y queríamos ver si podíamos mezclar la nueva ampliación trasera con el resto de la casa de tejas". Esta conexión entre lo antiguo y lo nuevo permitió que la ampliación se sintiera como una extensión natural de la estructura existente.

El revestimiento original de la casa, hecho también de tejas de hormigón, sirvió como inspiración inicial para la ampliación.
Revestimiento con tejas Matthew White

La ampliación, de una sola planta, está revestida con tejas de madera cortadas mediante tecnología CNC, lo que permitió la creación de formas curvas, angulosas y arqueadas, evocando la imagen de una casa de pan de jengibre, que da nombre al proyecto. Esta mezcla de lo tradicional con la fabricación moderna demuestra cómo los principios de sostenibilidad y uso de materiales de alta calidad pueden integrarse perfectamente con las herramientas contemporáneas. La fabricación digital permite un uso más preciso de los materiales, lo que reduce los residuos y promueve la producción ética y sostenible.

La ampliación gira en torno a un comedor situado bajo una gran claraboya y rodeada de muros cortina que permiten formar parte del jardín.
Comedor con claraboya Matthew White

Un diseño conectado con el entorno y optimización del espacio

La ampliación de la Gingerbread House está cuidadosamente diseñada para mantener una fuerte conexión visual y funcional con el entorno. El comedor, que se destaca por su techo con claraboyas, ofrece vistas panorámicas al jardín a través de ventanas de altura completa y una puerta corredera que conecta directamente con una zona de estar al aire libre. Esta disposición no solo amplía el espacio habitable hacia el exterior, sino que también permite que la luz natural bañe el interior de la casa, creando un ambiente acogedor y luminoso.

El detalle también se encuentra en el revestimiento interior, ya que las paredes y techos de la ampliación tienen un acabado rugoso.
Acabados interiores Matthew White

El diseño de la cocina y el comedor en forma de L también fue resultado de una optimización del proyecto. Como explican en el estudio: "tuvimos que reducir el tamaño de la ampliación trasera para que el proyecto resultara rentable", lo que resultó en un diseño más compacto pero igualmente funcional. Esta reducción inesperada permitió una mejor integración del jardín con el espacio habitable, logrando un ambiente más íntimo y cohesivo. Según el estudio, "el jardín quedó más unido al espacio habitable", un detalle que surgió de una necesidad, pero que terminó siendo uno de los mayores aciertos del proyecto.

El diseño de la cocina y el comedor en forma de L fue resultado de una optimización del proyecto, lo que resultó en un diseño más compacto pero igualmente funcional.
Diseño en forma de L Matthew White

La atención al detalle no solo está presente en el diseño exterior, sino también en los acabados interiores. Las paredes y techos de la ampliación tienen un acabado rugoso, mientras que los marcos de madera y los muebles empotrados complementan perfectamente el estilo general de la casa. Además, la eficiencia energética ha sido un factor clave en la renovación, con la incorporación de calefacción por suelo radiante, ventanas de triple acristalamiento y bombas de calor aerotérmicas, garantizando que la ampliación no solo sea estéticamente agradable, sino también sostenible y eficiente.

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