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Los rascacielos financieros y los edificios residenciales que pueblan las ciudades más populares de China se están hundiendo. En Shanghái, con más de 20 millones de habitantes, el rascacielos más alto del país (Shanghai Tower) cada año se hunde siete centímetros. Entre las causas se encuentra el peso del edificio y la extracción excesiva de recursos hídricos, por lo que el riesgo de sufrir una inundación es elevado. 

Según ha publicado el diario portugués Jornal de Notícias, que cita al Instituto de Investigación Geológica de Shanghái, el peso de un rascacielos es responsable del 30% del hundimiento del suelo.  

"Si hay un desastre de gran magnitud, como un huracán o tsunami los daños serán grave", ha señalado Jiang Li, profesor de Ingeniería Civil de la Universidad de Baltimore. Una preocupación compartida por Jimmy Jiao, profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Hong Kong: "La construcción de la densidad es alta y el peso de las torres presiona el suelo (...) En la actualidad, la construcción ha sido tan grande que las ciudades ya no tienen remedio ". 

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