Los programas de ayudas procedentes de los Fondos Next destinados a la rehabilitación de edificios y a intervenciones de mejora en viviendas ponen el foco en la necesidad de primar la eficiencia energética, esto es, de reducir la demanda de energía mediante el uso del aislamiento térmico. Según un reciente estudio de Building Institute Europe (BPIE), mejorar el aislamiento de todos los edificios residenciales reduciría un 44% la demanda de energía, impidiendo que se escapara el calor o el frío. Y uno de los elementos sobre los que es preciso intervenir es la envolvente, entendiendo por ella tanto la cubierta, como la fachada e, incluso, los suelos y las particiones interiores horizontales.
Las soluciones existentes para la renovación de edificios son diversas, aunque las más comúnmente conocidas son las que se detallan a continuación, sin ser excluyentes entre sí. También se pueden encontrar diferentes materiales como el XPS (poliestireno extruido), EPS (poliestireno expandido) y la lana mineral.
Aislamiento exterior de la fachada
Fachada ventilada
Según Asefave, la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas, la fachada ventilada es una solución constructiva de muy variada tipología en su hoja externa (que confiere el aspecto visual al edificio), que dispone de una cámara abierta para la circulación del aire, una hoja interior portante, una subestructura y un aislamiento térmico. En este caso es el conjunto de todos estos elementos lo que consigue el nivel de aislamiento de la fachada.
Fachada ligera
La fachada ligera está caracterizada por el muro cortina (conjunto de perfiles y acristalamiento). Las características de cada uno de los componentes son las que confieren el nivel de aislamiento al conjunto de la fachada, tanto acústico como térmico.
Se puede dar una variante que son las fachadas de doble piel, es decir una fachada acristalada por el interior, un espacio intermedio (más o menos ancho, se puede usar para el mantenimiento de ambas pieles) y una segunda fachada acristalada por el exterior, explican desde Asefave.
Fachada SATE
Este sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior, más conocido como SATE, consiste en la colocación de un material aislante adherido al muro habitualmente por fijación mixta mediante adhesivo y fijación mecánica.
Para Anfapa, la Asociación de Fabricantes Morteros y SATE, en la rehabilitación de este tipo de fachada cobra especial relevancia la imprimación y la capa de acabado.
- Imprimación: es una capa muy delgada que facilita la posterior aplicación de la capa de acabado. Su función es unir la capa base y la de acabado.
- Capa de acabado: tiene como función principal proteger el sistema del exterior; la radiación solar, la lluvia u otros agentes externos, y contribuye a la impermeabilidad al agua de lluvia y la permeabilidad al vapor de agua. Asimismo, al ser la última capa, es la parte más visible del sistema; tiene por tanto también una función estética que le confiere al edificio color y textura.
En la actualidad las opciones de acabados son muchísimas y la combinación de ellas hace que sean innumerables las posibilidades de diseño.
Sistema de aislamiento de fachadas por relleno en cámara
El aislamiento térmico de fachadas con inyección de cámaras es una de las técnicas utilizadas en la rehabilitación térmica de fachadas compuestas por una doble hoja con una cámara de aire accesible desde el interior o desde el exterior en la cual se inyecta el aislante térmico.
Fachada prefabricada: La fachada, al ser junto con la cubierta, una de las partes más accesibles del edificio, es susceptible de ser industrializada en una rehabilitación.
Para mantener la esencia histórica de las típicas fachadas de ladrillo caravista de los años 60 y 70, están surgiendo nuevas técnicas, como Termoklinker®, un sistema prefabricado de aislamiento de XPS con terminación de plaqueta cerámica klinker, ideado para el revestimiento de fachadas.
“Con Termoklinker de La Paloma Cerámicas puedes fácilmente rehabilitar una fachada de ladrillo caravista manteniendo su estética de siempre, pero mejorando sus características técnicas y de eficiencia energética”, asegura Julio Pascual, director general de La Paloma.
Aislamiento de la fachada por el interior
El aislamiento térmico de fachada por el interior consiste en la fijación del aislamiento a la cara interior de la fachada y su posterior revestimiento con yeso o placas de yeso laminado para el acabado final.
Normalmente este tipo de intervención se realiza cuando no es posible actuar por el exterior del edificio o aprovechando otras actuaciones en el interior del inmueble.
Insuflado: se trata de una técnica que se emplea en edificios o viviendas con fachadas con cámara o de doble hoja y consiste en inyectar productos aislantes por toda la cámara.
Materiales empleados en la reforma de la fachada
Lana mineral: es uno de los aislantes más empleado en la Unión Europea. “Son materiales constituidos por un entrelazado de filamentos de materiales pétreos que forman un fieltro que mantiene entre ellos aire en estado inmóvil”, explican en Afelma, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes.
Por su estructura, ofrecen la máxima rentabilidad, y un solo producto presenta tres prestaciones: aislamiento térmico, acústico y protección contra el fuego. Entre los distintos tipos de familias de producto de las lanas minerales destacan la lana de vidrio y la lana de roca, elaboradas fundiendo arena o rocas basálticas, respectivamente. Ambas provienen de materias primas naturales (la arena silícea conforma la lana de vidrio y la roca basáltica compone la lana de roca) que pasan por un proceso de producción para dar como resultado estos materiales aislantes ligeros y versátiles.
“El aislamiento insuflado de manera mecánica es una solución conocida hace más de 30 años, que ha permitido incluso en países como Reino Unido aislar más de 10 millones de casas de una forma rápida, fácil, económica y limpia”, opina Oscar del Rio, director general de Knauf Insulation, que acaba de lanzar al mercado español la versión mejorada de Supafil, su conocida lana insuflada para aislar viviendas y edificios.
Poliestireno Extruido (XPS): Otro aislante, idóneo tanto para rehabilitación térmica por el exterior a través del sistema SATE en fachada como por el interior es el poliestireno extruido (XPS).
“El XPS es un material duradero, resistente, con un excelente comportamiento ante la humedad y el agua, y con una gran capacidad como aislante térmico. Su uso está recomendado tanto para obra nueva como rehabilitación, permitiendo cumplir con los requisitos normativos vigentes e, incluso, contribuyendo a alcanzar los certificados ambientales más exigentes del mercado como BREEAM, VERDE o LEED e, incluso, Passivhaus”, resumen desde AIPEX, la Asociación Ibérica de Poliestireno Extruido.
Poliestireno Expandido (EPS): Anape, la Asociación Nacional de Poliestireno Expandido, afirma en su web que este material aislante es el más utilizado para los sistemas SATE. “El 85% de todos los SATE que se hacen en Europa usan el EPS por su idoneidad para esta aplicación y su aportación a la eficiencia energética de los edificios, además de que proporciona una inmejorable relación calidad-precio, dando respuesta a los requisitos técnicos de estos sistemas en todo tipo de climatologías”.
Aislamiento a través del acristalamiento
Para Asefave, las características del perfil y del acristalamiento son las que determinan el aislamiento del conjunto.
Los acristalamientos pueden tener propiedades especiales en busca de un mayor aislamiento térmico (vidrios de baja emisividad, vidrios con cámara con gas), un mayor aislamiento acústico (vidrios laminados acústicos) o con características de control solar (vidrios de capas).
No obstante, se puede dar una particularidad: en muchos casos las ventanas llevan incorporado un cajón de persiana, por lo tanto, el nivel de aislamiento del hueco se verá influido también por las características del cajón elegido.
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