La renovación de contratos de alquiler de viviendas durante este mes de abril serán los primeros que vivirán una segunda actualización de sus rentas con el tope del 2%. Los alquileres a los que les toque renovar en abril verán un incremento medio de 175 euros/año a nivel nacional. Si lo hubieran hecho con el IPC, referenciado al 3,3% de marzo, la subida hubiera sido de unos 290 euros anuales, la menor diferencia de los últimos 12 meses. El Gobierno ya ha anunciado que tras 2023 habrá un tope del 3% en 2024, y aplicará un nuevo índice para la actualización de las rentas en 2025, siempre por debajo del IPC. Repasamos el impacto de la tasa actual y lo que hubiera subido con la inflación en las capitales de provincia.
Desde abril de 2022, los arrendamientos sujetos a la LAU han dejado de aplicar el Índice de Precios del Consumo (IPC) como referencia en la renovación anual del contrato vigente para limitarse a un 2% de subida de las rentas. Tras 12 meses de aplicación, las rentas a las que les toque actualizar su renta anual, serán los primeros que vivirán una segunda renovación topada a este límite, salvo aquellos alquileres los que firmaron su contrato inicial justo en abril pasado.
El Gobierno, a través de los socios parlamentarios de ERC y Bildu, ha anunciado los cambios necesarios en la Ley de Vivienda para alcanzar una mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados para desatacar esta normativa que llevaba encallada más de un año desde que la aprobó el Consejo de Ministros en febrero de 2022. Entre ellas, se confirma que el tope de precios en la actualización de los contratos de alquiler se mantendrá en el 2% durante 2023, subirá al 3% en 2024, y a partir de 2025 se creará un nuevo índice de alquiler que sustituirá al IPC como índice de referencia, y que nunca será superior a la tasa de inflación.
Según los cálculos de idealista, el principal marketplace inmobiliario del sur de Europa, los alquileres que firmaron su contrato en abril verán un incremento de 175 euros al año con el actual límite del 2%, según el estudio de idealista basado en una vivienda tipo piso de dos habitaciones. En Barcelona, San Sebastián, Madrid y Palma el aumento supera los 200 euros anuales. Con el último dato conocido de la inflación, el dato de marzo cerró en el 3,3%, los alquileres habrían registrado una subida cercana a los 300 euros al año. La diferencia entre uno y otro es de apenas 114 euros, la menor que se ha vivido desde que el Gobierno impuso el tope de alquileres al mercado libre del arrendamiento.
Como comentamos, la diferencia se hace más clara en las principales capitales de provincia. A los alquileres que les toque actualizar su contrato en Barcelona este marzo verán un incremento anual de la renta de 240 euros, hasta alcanzar una renta media de 1.020 euros/mes para la vivienda tipo de dos habitaciones, la más alta entre las capitales de provincia.
San Sebastián es la siguiente ciudad más cara de alquiler, donde tras la subida anual del 2% coloca una nueva renta mensual de casi 970 euros/mes, lo que supone una subida anual de cerca de 230 euros. A continuación, Madrid establece un nuevo precio medio del alquiler tras actualizar el contrato de 918 euros mensuales, lo que supone una subida de 216 euros anuales.
Tras ellos, Palma (867 euros/mes) y Bilbao (816 euros/mes), lo que supone un incremento de la renta entre 204 y 192 euros al año, respectivamente
Por el lado contrario, entre las ciudades con subidas anuales del alquiler por debajo de los 100 euros aparecen Ciudad Real (357 euros/mes de nueva renta tras renovar), Ourense y Zamora (ambos con casi 410 euros/mes).
La actualización vinculada al IPC hubiera supuesto unos 290 euros anuales
La tasa de inflación de marzo ha sido la más moderada de los últimos meses, pero siempre subiendo, impulsada por los precios de los alimentos, y ha cerrado con una tasa definitiva del 3,3%, por lo que vuelve a subir la diferencia entre la renovación actual de rentas con el límite del 2%, y el cálculo supuesto de seguir vinculando los contratos de alquiler al IPC. Aunque como hemos comentado antes es el bajo registrado de los últimos 12 meses.
La renovación de contratos en abril con una inflación del 3,3% hubiera supuesto un incremento medio de unos 290 euros anuales a nivel nacional, y habría dejado una nueva cuota del alquiler de más de 750 euros al mes de media en España, para la vivienda tipo de dos habitaciones. La diferencia entre la aplicación de un índice y otro se queda en 114 euros al año.
Por destacar el aumento de los alquileres si siguieran vinculados al IPC en los principales mercados, en Barcelona se hubiera registrado una subida anual de casi 400 euros al año, una diferencia de algo más de 150 euros con el incremento actual vinculado al tope del 2%. La renta se habría actualizado a 1.033 euros/mes.
En San Sebastián, el aumento anual de la renta hubiera sido de unos 375 euros al año, para dejar un alquiler de 981 euros/mes, lo que supone una diferencia cercana a los 150 euros frente al índice actual.
En Madrid, la subida hubiera sido de más de 350 euros anuales, tras de dejar un alquiler medio de 930 euros/mes, siempre teniendo en cuenta que estamos tomando como referencia un alquiler de un piso de dos habitaciones. La diferencia entre la supuesta subida con el IPC y el actual IGC es de 140 euros al año.
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