
Aquellos que tengan gatos sabrán lo complicado que resulta oponerse a su voluntad. Si quieren escaparse de vez en cuando, tarde o temprano lo harán. El problema surge cuando se vive en una comunidad de propietarios y el gato entra en el jardín, terraza o vivienda del vecino.
Cada persona es un mundo y esa persona no tiene por qué aceptar que el gato se cuele en su propiedad. Puede tener alergia o simplemente el felino se come sus plantas o hace sus necesidades en las macetas. ¿Qué hacer si el gato del vecino se cuela en tu casa o jardín?
Además de los riesgos que corre, por ejemplo, ser atropellado o atacado por otro animal, un gato que tiene una casa, es decir, unos dueños, no debe pasearse fuera de su vivienda. Es como si dejáramos a un perro suelto. No es legal.
Si alguien encuentra un perro suelto, pensará que está abandonado o se ha escapado y llamará a la policía o al veterinario. Con los gatos hay más permisividad en esto, pero en realidad es lo mismo. Los únicos gatos que se pueden mover con total libertad son los de las colonias felinas de la calle.
Qué hago con un gato que se cuela en mi jardín o terraza
Si el gato del vecino entra en tu propiedad y no quieres que lo haga, evidentemente no podrás hacerle daño ni capturarlo, serías un ser despreciable si lo hicieras. Además, es un delito.
Entonces, qué se puede hacer. Lo primero sería hablar con el dueño del gato y explicarle la situación de forma amistosa. Decirle que no quieres que el gato vaya a tu jardín o tu casa, reiterarle los peligros que supone tener a su mascota suelta.
Si no hace caso y el gato sigue suelto, tendrás que actuar conforme a la ley; en este caso, la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que en su artículo 7 establece: “Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas”.
Es decir, tener sueltos animales en una comunidad de propietarios está prohibido por sí mismo. No hace falta más. El presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualquiera de los propietarios u ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la inmediata cesación de estas, bajo apercibimiento de iniciar acciones judiciales procedentes.
Si el dueño del gato sigue dejándolo suelto, el presidente, previa autorización de la junta de propietarios podrá entablar contra él la acción de cesación que, en lo previsto expresamente por este artículo, se sustanciará a través del juicio ordinario.
¿Cuáles son los destinos de acción de cesación en este caso? En casos extremos, se podría llegar a quitar la custodia del gato al vecino o privarle del uso de su vivienda durante un máximo de 3 años.
Trucos para evitar que un gato se cuele en tu casa o jardín
Hay otros trucos o métodos para evitar que los gatos se metan en tu casa o jardín y que no hacen daño al animal:
- Si ves al gato colándose en tu casa, puedes echarle un poco de agua con un pulverizador. Debe ser indoloro.
- Una manera efectiva de disuadir a los gatos es utilizar aspersores. Si un gato es rociado por uno de estos aspersores, es probable que no regrese debido al disgusto que experimenta al mojarse
- Los gatos suelen ser sensibles al olor de los cítricos, como el limón o la naranja. Para evitar que entren en tu jardín, puedes preparar un spray llenando un bote con el jugo de estos frutos. También es efectivo dejar cáscaras de cítricos en las áreas que los gatos suelen frecuentar, cambiándolas cada 2 o 3 días.
- Precinta las bolsas de basura y los alimentos que puedas dejar en el exterior.
- Planta lavanda y tomillo en el jardín o los balcones de tu vivienda. Estas plantas están en la lista negra de los gatos.
- El café molido también repele a los gatos. Prueba a esparcir un poco por tu jardín.
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