
Gigantes como Amazon o Apple ya lo han venido advirtiendo este año, y es que el trabajo en remoto podría estar empezando a no convencer del todo a las empresas. El teletrabajo, que surgió como una necesidad durante la pandemia de Covid-19, está siendo ahora puesto en duda por diversos estudios que indican que volver a la oficina podría tener un impacto positivo en la productividad empresarial. Según investigaciones recientes realizadas por CBRE y Arcano, los empleados que trabajan desde la oficina pueden llegar a ser más productivos, con un incremento de rendimiento "a doble dígito" en comparación con aquellos que trabajan desde casa. Esta conclusión se apoya en la observación de que la colaboración, la innovación y la toma de decisiones mejoran cuando los equipos comparten un espacio físico, lo que ha llevado a muchas compañías a reconsiderar el teletrabajo.
Los datos presentados por CBRE y Arcano destacan que las empresas están encontrando beneficios claros en el retorno a la presencialidad. Entre estos beneficios, los estudios subrayan una menor tasa de distracciones y una mayor cohesión entre los empleados, lo que favorece un entorno más propicio para la creatividad y la solución de problemas. El informe también menciona que las empresas que están volviendo a la oficina de manera parcial o total han observado mejoras significativas en la interacción entre los empleados, lo que refuerza la cultura corporativa.
Este cambio en la percepción del teletrabajo está influyendo directamente en el mercado inmobiliario de oficinas, especialmente en las principales ciudades de España, como Madrid y Barcelona. Según datos de CBRE, la contratación de espacios de oficinas entre enero y septiembre de 2024 ya ha superado los 640.000 m2, cifra superior al total registrado en todo el año 2023. Este crecimiento ha sido impulsado por grandes operaciones de alquiler, como las más de diez transacciones que superaron los 5.000 m2 en el tercer trimestre del año, lo que evidencia una creciente demanda de espacios amplios y bien equipados.
El dinamismo del mercado también se refleja en el aumento de las rentas, especialmente en las ubicaciones más solicitadas. En Madrid, por ejemplo, los precios en zonas como el eje de Castellana han superado los 40 euros por metro cuadrado, una cifra histórica que demuestra el atractivo de los inmuebles de alta calidad. Los espacios que cuentan con certificaciones ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), así como aquellos que ofrecen servicios adicionales y buena conectividad, son los más demandados por las empresas, lo que ha generado un incremento en las tarifas de alquiler.
Una tendencia que está ganando fuerza es la demanda de oficinas ya implementadas, conocidas como "plug & play". Estos espacios permiten a las empresas instalarse rápidamente sin necesidad de realizar grandes inversiones iniciales en acondicionamiento, lo que los convierte en una opción muy atractiva en un contexto donde la agilidad es clave. CBRE señala que este tipo de oficinas están siendo comercializadas a un ritmo mucho más rápido que otros tipos de inmuebles.
El interés por espacios de oficinas más grandes y mejor equipados ha sido especialmente notorio en sectores como el de la educación y el sector público. Un ejemplo destacado es la operación realizada por UNIE, que ha alquilado más de 15.000 metros cuadrados en el edificio Monforte de Lemos 28 en Madrid, consolidando una de las mayores transacciones del año. Este tipo de operaciones no solo subrayan el regreso a la oficina, sino también la necesidad de espacios que faciliten la colaboración y la eficiencia operativa.
El aumento en la contratación de oficinas también está impactando positivamente en el mercado de inversión. Entre enero y septiembre de 2024, la inversión en oficinas ha superado los 1.000 millones de euros, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior. Las transacciones de menor volumen, conocidas como midcaps, están liderando esta actividad, con un ticket medio de 27 millones de euros en el último trimestre. Este dinamismo ha generado un mayor interés por la compra de oficinas para uso propio, así como por la adquisición de activos que puedan ser reconvertidos a otros usos.
En Barcelona, el mercado de oficinas ha demostrado una notable resiliencia, especialmente en el distrito 22@, que sigue siendo una de las zonas más activas en términos de contratación. Empresas del sector de las ciencias de la vida, como AstraZeneca, que tal y como adelantó idealista/news han protagonizado importantes operaciones, lo que ha contribuido a que la demanda en esta área se mantenga alta. Se espera que el mercado de oficinas en la ciudad cierre el año con un volumen de contratación cercano a los 215.000 m2, lo que representa un crecimiento del 50% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Si bien el teletrabajo sigue siendo una opción para algunas empresas, la tendencia general parece inclinarse hacia un modelo de trabajo híbrido o totalmente presencial. Las empresas están replanteando sus estrategias de gestión de personal, buscando equilibrar la flexibilidad que ofrece el teletrabajo con las ventajas de la interacción física entre empleados. Los estudios de CBRE y Arcano sugieren que las oficinas seguirán jugando un papel esencial en el futuro del trabajo, ya que proporcionan un entorno que facilita la productividad, la colaboración y el bienestar de los empleados.
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