Dice ser un arquitecto nómada: seis meses al año en Indonesia, donde tiene casa, estudio y obras en proyecto, y otros seis en Málaga, donde también tiene oficina y otros tantos proyectos encarrilados
Comentarios: 0

Álvaro Carrillo nos recibe en chanclas. No es que haga mucho calor en Málaga, que también, sino que llegó el día anterior de Indonesia, y se le habían roto los zapatos. El día de nuestra entrevista había bajado a su comercio de toda la vida, cerca de donde tiene el estudio, en el centro de Málaga, y lo encontró cerrado: “En Hinojosa me compraba las alpargatas, era un negocio centenario, y ahora ha cerrado”, se lamenta.

Carrillo se lamentará de otras cosas durante esta conversación: el turismo masivo, los apartamentos turísticos, la forma de construir poco sostenible… Muchas variables que hacen que cada vez reconozca menos su ciudad, Málaga. De hecho, el arquitecto se muestra categórico: “Vivo la mitad del año en un país del tercer mundo para poder pagar el alquiler seis meses aquí”.

Álvaro Carrillo
Estudio de arquitectura de Álvaro Carrillo idealista/news

¿Por qué estudió Arquitectura?

No fue una decisión personal, fue más colectiva porque un grupo de amigos de Málaga, también tenía esa intención y tuvimos la suerte de poder ir a Madrid a estudiar con el apoyo familiar.

Cuando terminó, ¿empezó a trabajar con otros arquitectos o montó su propio estudio?

Durante la universidad estuve trabajando con bastantes profesores, haciendo concursos. En cuarto cogí pocas asignaturas y estuve haciendo prácticas en la oficina de Andrés Jaque. Cuando acabé la carrera tuve una beca de investigación del Ministerio de Deporte, Educación y Cultura, estuve haciendo docencia e investigación y después me fui a vivir a Australia y colaboré con bastantes oficinas. Siempre he sido bastante promiscuo en los primeros años colaborando con mucha gente y trabajando en oficinas. Y ya hubo un momento en el que estando trabajando en una oficina me salió un encargo y lo dejé todo, me puse a trabajar en ese encargo y sin quererlo, por así decirlo, monté el estudio.

Que está aquí en Málaga…

Sí, en Málaga y hace unos años empecé a viajar bastante a Indonesia por trabajo y después de la pandemia me establecí allí también y tenemos un estudio allí. O sea, me muevo entre estos dos continentes. Y también, el deporte que más practico es el surf, siempre digo que el surf es un modo de vida y la arquitectura también. Y una de las razones más importantes de estar en Indonesia es porque hay olas todos los días.

Maqueta de Álvaro Carrillo
Maqueta de Álvaro Carrillo idealista/news

Pero suele venir seis meses a Málaga en invierno...

Sí, normalmente allí hay época de lluvias que empieza a finales de octubre, noviembre y dura hasta finales de marzo, principios de abril. La isla donde estoy se para por completo, se cierran todos los negocios, la gente desaparece, no hay turismo. Entonces es el momento perfecto para venir para España y seguir trabajando aquí. También es verdad que los proyectos de arquitectura son tan largos que al final ir cinco o seis meses fuera es un buen timing para controlar la obra.

Háblenos de Casa Mata Mata, uno de sus proyectos, por el que han estado nominados a los premios del Colegio de Arquitectos de Málaga.

Es un proyecto bastante pequeño. Es la rehabilitación de una casa antigua de trabajadores. Personalmente me gusta porque el cliente decidió rehabilitar en vez de tirarla abajo y construir tres plantas, que es lo que te permite el plan urbanístico y es lo que se está haciendo. Es una arquitectura que está desapareciendo. El tema de conservar la arquitectura obviamente me parece guay pero si echamos abajo una casa mata y construimos algo mejor, perfecto. Pero en el momento que estamos viviendo en Málaga me parece como un ejercicio de resistencia, de plantarle cara a esta especulación radical. Entonces le tenemos cariño a eso, porque digamos que desde un ámbito muy pequeño estamos ejerciendo como cierta resistencia y el cliente también nos ha dado vía libre a poder trabajar y hacer un proyecto donde hemos desplegado algunos temas de diseño que nos gustan.

Proyecto Mata Mata de Álvaro Carrillo
Proyecto Mata Mata idealista/news

Comenta que su estudio está en una oficina alquilada pero que el dueño ahora quiere hacer un piso turístico...

El otro día hubo una de las manifestaciones más numerosas que ha habido en Málaga quejándose sobre cómo está la ciudad. Málaga ahora mismo tiene un modelo de ciudad que expulsa a los malagueños y que no tiene ningún sentido. He escuchado a muchos compañeros decir algo así como que es ley de vida, que es la evolución de Madrid, Venecia, París, Barcelona. No es ley de vida, es la incapacidad, desde mi punto de vista, de unos técnicos urbanistas que no saben legislar, sacar normativa urbana. Hay normativas y buenos ejemplos para frenar esta expansión, pero no ha habido gente con capacidad para convertir Málaga en un buen ejemplo de ciudad que acoja un turismo sostenible y sea capaz de convivir con los ciudadanos. Málaga ahora mismo para mí, como ciudad, lo que yo entiendo como ciudad, está muerta.

¿De qué proyectos puede hablarnos?

En Málaga estoy acabando la casa Nuez Moscada, una vivienda unifamiliar para unos clientes bastante interesantes en el sentido de que estamos trabajando conjuntamente en el proyecto y estoy muy contento con cómo está quedando. Es una familia que lo pasó muy mal durante la pandemia, con dos niños, y tienen un terreno pequeño de la familia, complicado, con un desnivel brutal. Tienen muchísima ilusión por ir a vivir a su nueva casa, que la acabaremos en un mes y medio. La semana pasada empezamos otra vivienda unifamiliar, la casa Almadraba, de planta cuadrada con un patio en el centro y es una casa abierta, hay puertas. La oficina es lo más importante. La mesa de comedor también para reunirse con amigos, un taller, porque él hace muchas maquetas de modelismo y tablas de surf. Entonces bueno, es una casa singular.

Maqueta de Álvaro Carrillo
Maqueta de Álvaro Carrillo idealista/news

Háblenos de su casa en Indonesia.

Nuestra casa está en la isla de Rote, la isla más al sur de toda Indonesia. Es una isla remota, rural. Nosotros vivimos en una aldea. Me encanta vivir allí porque no hay salto climático, no hay un dentro fuera, con cambios de temperatura, el puente térmico no existe. Esto también permite una arquitectura no compacta. Digamos que tienes el cuarto de baño por un sitio, la cama y la habitación por otro, la cocina, el salón. Es una arquitectura que se encuentra con el paisaje, desperdigada, como en pequeños edificios. Nuestra casa está dividida en partes, es verdad que es una arquitectura que consume más territorio, pero bueno, estamos en una isla remota. Es una casa relajada y luego hay muchos tips de diseño de allí: por ejemplo, se come tumbado, los sofás tienen 1,20 de ancho, lo estoy intentando hacer en mi arquitectura aquí en Málaga, los romanos ya comían así. O el tener ducha exterior y ducharte bajo el cielo en lugar de bajo un tejado. O por ejemplo, la iluminación: tener luces tenues, vivir con los ritmos del sol. Es una arquitectura que cuida el cuerpo.

Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.

Ver comentarios (0) / Comentar

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta