Suecia

La inmobiliaria sueca ha llegado a un acuerdo con el gigante de la inversión estadounidense para vender a uno de sus fondos una participación en la filial Residential Property AB por un importe de 205 millones de euros, operación que se llevará a cabo a través de una ampliación de capital. SBB ha anunciado que utilizará los ingresos de esta transacción, cuyo cierre se espera para mediados de agosto, para reforzar su perfil financiero y de liquidez.

Hace casi dos meses, la sueca SBB sacudió todo el sector al cancelar una emisión de derechos y retrasar el pago del dividendo. Y a la vista de la evolución de la cotización, de las decisiones de los inversores bajistas y del ritmo al que el grupo está desinvirtiendo para sacar adelante su delicada situación financiera, todo hace indicar que sigue siendo un elemento de alto riesgo para un sector inmobiliario lastrado por las subidas de tipos. SBB se deja un 75% de valor en bolsa en lo que va de año.

La agencia de calificación estadounidense ha rebajado la nota de solvencia de la inmobiliaria sueca Fastpartner a grado especulativo o 'bono basura' y la ha situado en perspectiva negativa, lo que abre la puerta a posibles bajadas adicionales en el futuro. Según Moody's, la subida de los ingresos por rentas este año no serán suficientes como para compensar la presión sobre las valoraciones y los mayores costes de financiación. La compañía, por su parte, asegura que tiene liquidez para atender todos los vencimientos de deuda al menos durante 30 meses.

El fundador y accionista principal del fondo inmobiliario sueco SBB, Ilija Batljan, ha renunciado al cargo de consejero delegado y será relevado por Leiv Synnes, quien ha sido jefe financiero de la empresa especializada en vivienda Akelius desde hace casi una década. Batljan posee el 8,3% de las acciones de SBB y casi el 32% de sus votos de SBB, y continuará siendo miembro del consejo de administración. El grupo está en plena revisión estratégica del negocio tras sufrir bajadas de rating y tener una calificación de bono basura, lo que le ha llevado a vender empresas y sopesar la búsqueda de un nuevo dueño.

El fondo inmobiliario sueco SBB ha decidido contemplar distintas alternativas para maximizar el valor para los accionistas, incluyendo la venta de la empresa o bien de segmentos de negocio o activos específicos, así como otras transacciones estratégicas. Esta decisión se produce después de que el valor de las acciones de SBB acumule una caída de alrededor del 75% en lo que va de año.

La inmobiliaria sueca SBB ha completado la venta de la mayoría de su participación en la empresa escandinava de edificación JM con el fin de reforzar su liquidez y su posición financiera, una operación con la que ha obtenido unos 249 millones de euros. La cmpañía ha aplazado el pago de dividendos y ha cancelado una emisión de derechos, después de ver rebajado su rating a 'bono basura' por S&P Global, y acumula un desplome en bolsa del 50% en lo que va de mayo.

La empresa inmobiliaria sueca SBB, que empezó a operar en 2016 con el objetivo de convertirse en la referencia de la vivienda de alquiler regulado y de carácter social en los países nórdicos, ha anunciado que aplaza el pago de dividendos y suspende una emisión de obligaciones con la que quería captar cerca de 235 millones de euros para reforzar su liquidez. Recientemente, la agencia de calificación S&P ha bajado su rating a nivel de bono basura.

La agencia de calificación crediticia europea explica en un informe que la tendencia al alza en el mercado de la vivienda en Europa se está revirtiendo y ve razonable que los precios caigan en torno al 9% en los próximos dos años, en línea con las estimaciones del BCE. Sin embargo, espera un comportamiento desigual: asegura que Noruega y Suecia entre los países más vulnerables ante las subidas de los tipos de interés y de la caída del valor de la vivienda, mientras que España es uno de los mercados más sólidos. Luxemburgo, Dinamarca y Países Bajos también estarían entre los más afectados.

Los precios de la vivienda en Suecia cayeron en enero en términos desestacionalizados, alargando la caída de un mercado que está en el punto de mira por soportar algunos de los mayores descensos a escala mundial. El primer mes del año suele ser un buen momento para vender viviendas, pero, aunque los precios subieron en términos absolutos, bajaron un 1,6% ajustados por efectos estacionales, según la entidad hipotecaria estatal SBAB.