Las empresas españolas comienzan a notar la falta de personal cualificado para oficios técnicos. El sector de la construcción, que supone un 5% del PIB anual, es de los más afectados por esta situación. La consultora Manpower afirma que los puestos más difíciles de cubrir en 2019 fueron oficios manuales: albañiles, soldadores, carpinteros y yeseros, entre otros empleos, según recoge El País.
Esta pérdida de talento en estos oficios es una tendencia generalizada desde los años 90, aunque fue a partir de la crisis de 2007 cuando se produjo un descenso notable de profesionales técnicos. La realidad es que desde entonces, España no ha conseguido volver a captar mano de obra cualificada para este tipo de oficios. El sector de la construcción no se ha actualizado y la industrialización de las viviendas todavía no resulta atractivo para los jóvenes que buscan un empleo.
Manpower ha realizado un estudio para cuantificar el desajuste de talento que existe en estas profesiones y cifra en un 41% el porcentaje de directivos que afirman no haber podido cubrir puestos vacantes relacionados con este tipo de oficios en 2019. Una cifra que casi dobla a la registrada en 2018, cuando este mismo barómetro se situó en un 24%.
Una teoría que ya refrendó Enrique Corral Álvarez, director general de la Fundación Laboral de la Construcción en febrero, antes del inicio de la crisis del coronavirus. “Cada vez hay más empresas que se quejan de que no encuentran personal cualificado para lo que necesitan. El cliente final es cada vez más exigente y demanda cada vez más una vivienda de calidad (aislamiento acústico, térmico, domótica, eficiencia energética, etc.), que sólo se puede conseguir mediante una obra de mano cualificada y formada”, afirmó Corral Álvarez a idealista/news.
La realidad es que la gente joven que comienza un empleo no se ve atraída por el sector de la construcción, mientras que los trabajadores más veteranos se van jubilando y no se encuentran sustitutos. Con la crisis, la mayoría de ocupados en la construcción cambiaron de sector para seguir trabajando y ahora han decidido seguir fuera del sector.
En este sentido, en 2019, según la Fundación Laboral de la Construcción, con datos de la EPA, apenas el 9% de los trabajadores de la construcción eran menores de 30 años. La población de trabajadores de la construcción por debajo de esa edad lleva cayendo desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, aunque acumula cuatro años estancado en ese porcentaje. Incluso en los peores años de la crisis había un porcentaje mayor de jóvenes, si nos referimos a su peso sobre el total de trabajadores.
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