
El porcentaje de españoles menores de 30 años que habitan en una vivienda diferente a la de su origen cerró el pasado ejercicio en el 15,8%. Una cifra que supone la peor de las registradas en nuestro país en los últimos 20 años. De hecho, no se encontraba un dato tan bajo desde el año 1999, según recoge un estudio del Consejo de la Juventud de España, que aglutina números del segundo semestre de 2020, un año marcado por la crisis del coronavirus.
En este sentido, el organismo destaca una circunstancia curiosa ocurrida durante los últimos seis meses del pasado ejercicio. El Consejo de la Juventud afirma que durante el primer semestre de 2020 la tasa de emancipación se redujo en 1,3 puntos, mientras que en los siguientes seis meses la caída se acrecentó hasta alcanzar los 1,5 puntos porcentuales para llegar hasta el ya mencionado 15,8%. Este dato ha sorprendido a la organización. “Paradójicamente con la relativa reactivación macroeconómica que empezó a registrar a partir del tercer trimestre del año, se acentuó todavía más la pérdida de autonomía residencial de la población joven”, señalan.
La relación entre el precio de la vivienda y el sueldo de las personas de este grupo de la población es el factor más determinante en el descenso de la emancipación de los jóvenes menores de 30 años, según afirman en su informe. De hecho, el organismo destaca que los niveles de endeudamiento necesarios siguieron superando ampliamente la capacidad adquisitiva de estos.
En el estudio explican que el salario medio de un joven es de 969 euros netos al mes y que por lo tanto sólo pueden hacer frente a un alquiler de 290 euros (el 30% de su sueldo) o a una vivienda en venta de 88.329 euros. “Una vivienda libre de alquiler contaba con una renta media de oferta de 888 euros al mes y una vivienda libre de compra, computando obra nueva y segunda mano, un precio medio 162.230 euros, muy por encima del máximo tolerable y recomendado”, señalan.
Extrapolando estos datos al mapa de España, el Consejo de la Juventud explica que un joven menor de 34 años no podría alquilar una vivienda en propiedad en las 17 comunidades autónomas sin tener que destinar más de 30% de su sueldo. De hecho, en Cataluña, Baleares, Canarias y la Comunidad de Madrid los jóvenes de hasta 29 años deberían de dedicar el 100% de sus ingresos para arrendar en solitario.
A la hora de comprar, de nuevo, el perfil medio menor de 29 años no puede encarar el proceso en solitario en ninguna de las autonomías, esta vez con Baleares, Madrid, País Vasco, Canarias y Cataluña como las regiones más difíciles. Los mayores de 30.
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