Cada vez más la ciudadanía y los profesionales del sector de la construcción se interesan por conseguir la máxima eficiencia energética en los hogares. La normativa de edificación de viviendas concreta los parámetros para conseguir casas con un consumo de energía casi nulo. El máximo exponente de la calidad energética de una vivienda es el certificado del Instituto Passivhaus, y hoy nos acercamos a conocer lo que supone aplicar este certificado a la rehabilitación integral de viviendas.
El equivalente al certificado Passivhaus en una obra nueva en la rehabilitación es la certificación EnerPHit, también expedida por el Passivhaus Institut. El objetivo de este tipo de rehabilitaciones es lograr la mayor reducción de demanda energética posible. Con un carácter más flexible que el certificado Passivhaus, al tener en cuenta las dificultades que entraña el proceso de rehabilitación de un edificio existente, mantiene muchos de sus principios y aplica soluciones específicas que se adaptan a las particularidades de las construcciones a rehabilitar.
Para ver el resultado de una rehabilitación pasiva, nos acercamos al proyecto Passive 110, que ha convertido el último piso de un edificio construido en 1968 en una vivienda de consumo de energía casi nulo. Hablamos con su propietario, el arquitecto Joaquín Pérez-Goicoechea, socio fundador del estudio internacional AGi architects.

Los inicios de esta reforma fueron en 2018 y empezamos las obras en julio del 2019. El problema es que hubo una serie de retraso que nos forzó a llegar a entrar en plena pandemia sin acabarla, y a vivir en la mitad de esta casa, que fue un poco duro. Al final, en julio del 2020 se acabó de completar la reforma.
Esta es una casa de finales de finales de los 60, que estaba en unas condiciones bastante malas en cuanto a lo que es el aislamiento térmico y el confort mismo de la casa.
Lo que hicimos es una reforma integral. Se tiraron absolutamente todas las paredes y todo lo que son las instalaciones. La reconfiguración de la casa se varió poco porque también es verdad que teníamos ciertas instalaciones que no podíamos modificar, pero sí se reconfiguró térmicamente todo lo que es la casa.
Hubo un aislamiento no sólo de las fachadas exteriores, sino también en suelos y cubierta. Estamos en el último piso, lo que significaba que antes de la reforma teníamos una radiación tremenda en los meses de verano. Es una cubierta, en lo que se llama una cubierta a la catalana, que sí aislaba algo, pero lo que pasaba era que por la noche actuaba como un radiador porque cogía mucha carga térmica, al estar expuesta completamente al sol. Para nosotros, la idea fue una intervención absolutamente total.
¿Qué supone una rehabilitación pasiva? ¿Cómo se piensa en llegar a tener un certificado EnerPHit?
Si para una obra nueva, la certificación es Passivhaus, para una vivienda consolidada o vivienda usada la certificación se llama EnerPHit. Hay unas diferencias, unas pequeñas diferencias entre una y otra en cuanto a los parámetros que tiene que cumplir. Porque es verdad que en una casa antigua, hay muchas veces que no puedes llegar a esos parámetros tan exigentes que como lo que pide una casa pasiva.
¿Qué es lo bueno que tiene? Para certificar, tú necesitas comprobar que hay una serie de parámetros, como la prueba de 'Blower Door', que para nosotros es el instrumento esencial para comprobar que se ha cumplido lo que está marcado en esa certificación, de tal manera que le damos al cliente final una garantía que lo marca una máquina, es una garantía completamente objetiva.

Lo primero en este tipo de rehabilitaciones, lo que hay que hacer es aislarte del exterior para minimizar las pérdidas energéticas del interior hacia el exterior, y viceversa. Entonces, lo que se hace es aislar todos los muros, un cambio de ventanas. Y, luego, se sella la casa, o bien a través de una membrana o bien, también, se puede sellar con un enfoscado.
¿Esto qué permite? Pues eliminar lo que son filtraciones de un lado a otro, porque cada filtración es una pérdida energética. Tú lo que no quieres es tener filtraciones no controladas. A través de un sistema de aerotermia lo que vas a tener es un control de lo que es ese intercambio de calor y frío con el exterior, pero de una manera controlada.
¿Qué coste supone respecto a una rehabilitación normal hacer una rehabilitación EnerPHit?
Según parámetros del Instituto Passivhaus, la inversión llega a ser entre un 10% y un 15% mayor de lo que es una reforma tradicional frente a una reforma Enerphit. La recuperación, volvemos a lo mismo, es alrededor de unos ocho años en los que puedes recuperar el dinero invertido.
La reforma de Passive 110 es un poco particular porque es una vivienda toda exterior. La intervención ha sido mucho más grande. También estamos en un último piso, por lo que hemos tenido que intervenir debajo de la cubierta exterior. Este ha sido un caso un poco especial, pero si no, en una casa entre medianeras o entre vecinos, no tendríamos que llegar a una inversión mucho mayor de ese 10% o 15%.
¿Cómo ha sido tu experiencia personal de hacer una rehabilitación en un bloque de viviendas en el centro de Madrid?
Nosotros creemos que son absolutamente necesarias y más para una gran ciudad en donde hay unos consumos de energía muy altos. Por ejemplo, en Madrid todavía hay un porcentaje muy alto de calderas de carbón. Lo mejor sería una intervención global del edificio, porque sí sería mucho más eficiente en cuanto a consumos y en cuanto, también, a la inversión total por propietario.
En este caso, nosotros nos decidimos por hacerla individualmente, porque es verdad que poner de acuerdo a toda una comunidad suele ser bastante difícil. Hay algunos ejemplos y se está viendo, pero suele ser bastante difícil.

Para nosotros es una gran apuesta. Creemos que la rehabilitación es el futuro. No podemos seguir expandiendo las ciudades, es lo contrario. Debemos consolidar las ciudades y debemos aportar como arquitectos la mayor calidad en todas las edificaciones y a la ciudad en sí. Eso para nosotros es clave. Por eso se intervino en esta casa, como ejemplo y como laboratorio para próximas intervenciones a futuro.
Lo que va a ser muy necesario es la coordinación de todo esto, de los fondos, a ver cómo se invierten y luego cómo eso llega a la ciudadanía en el día a día. Porque es verdad, a nivel institucional o a nivel comercial es mucho más fácil, que un inversor quiera coger un fondo que intervenga.
Pero en España, como hay mucha división, hay mucho pequeño inversor, y poner a toda esa masa de acuerdo para una inversión en un edificio solo es complicado. En una comunidad de propietarios no es tan fácil que se ponga de acuerdo para intervenir y para, de verdad, poder sacar ventaja de esos fondos que nos llegan de Europa.
Energéticamente va a ser súper necesario, porque estamos viendo precios de la energía altísimos. También tenemos que intervenir en sistemas de producción energéticos más eficientes. Porque claro, si tenemos calderas todavía, no solo de gasoil que hay un número muy alto, sino también de carbón en ciudades como Madrid, pues tenemos que ir a sistemas de gas mucho más eficientes y también energías alternativas que nos permitan aprovechar todo lo que se ahorra en el consumo diario en una obra como esta.
¿Cómo se nota la rehabilitación en la factura de la luz?
Durante la reforma de Passive 110 se quitaron como un 20%-30% de los radiadores existentes, y los que quedaron están prácticamente apagados en invierno porque ya tenemos mucho calor gracias a la aerotermia, donde no baja la temperatura más de 21-22 grados.

En este momento, estamos haciendo tres construcciones de obra nueva en los alrededores de Madrid bajo los estándares Passivhaus. Lo que no sabemos es si el cliente final va a querer certificar o no va a querer certificar. Pero para nosotros, como estudio de arquitectura, nos da igual.
Si luego hay una certificación o no hay una certificación posterior, eso es decisión del cliente, porque la certificación 'passiv' tiene un coste. Pero nosotros hacemos todos los cálculos y toda la aproximación a la vivienda como si fuese a terminar contando con el certificado Passivhaus.
¿Crees que en este tipo de construcciones alternativas a la construcción tradicional está creciendo en España o sigue siendo algo minoritario?
En España se empieza a conocer lo que es la certificación Passivhaus. Es verdad que creo que todavía por una minoría, pero también es verdad que el Código Técnico de la Edificación exige o ha sido mucho más exigente en esta última renovación que ha hecho, y se está aproximando mucho a lo que son los parámetros Passivhaus.
Si todos cumpliéramos a rajatabla, como profesionales con el Código Técnico de la Edificación, estaríamos viviendo prácticamente en edificios de consumo casi nulo, que a lo mejor no es tan exigente como lo puede ser la certificación Passivhaus, pero sí estaríamos muy cerca de ello.



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