El procedimiento difiere según el modo de acceso a la vivienda que se quiera desalojar: te contamos todo lo que debes saber
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Diferencia entre inquilino moroso y okupa
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El desalojo de una vivienda puede darse en distintos escenarios, pero no todos siguen el mismo procedimiento legal. Una de las dudas más comunes entre propietarios es la diferencia entre el desalojo de okupas y el de inquilinos morosos. La clave está en el modo en el que el individuo accedió a la vivienda. En este artículo, te explicamos las distinciones.

¿Cuál es la diferencia entre un okupa y un moroso?

La clave para distinguir a un inquilino moroso de un okupa está en el contrato de alquiler:

Un inquilino moroso es aquel que, tras entrar en un piso en alquiler, deja de pagar las cuotas del arrendamiento, los suministros o todo. Esta persona ha accedido al piso a través de la formalización de un contrato de alquiler. A pesar de que deje de pagar la renta o las facturas, el dueño del piso no podrá recuperar su vivienda hasta que un juez proceda al desalojo del moroso.

Mientras tanto, un okupa es aquella persona que entra en una vivienda y se establece en esta sin el consentimiento de su propietario. A diferencia de lo que ocurre con los inquilinos morosos, los okupas acceden al inmueble sin un contrato de alquiler.

¿Es un inquilino que no paga un okupa?

Con la laxitud legal que existe en España, ha aparecido un nuevo tipo de infractor del alquiler: el ‘inquiokupa’. Estas personas entran en un piso con contrato de alquiler, pagan un mes y luego dejan de hacerlo. Saben de antemano que no van a pagar para aprovecharse y vivir gratis, ya que los plazos de ejecución de desahucio pueden prolongarse más de un año.

Un inquilino que no paga es un inquilino moroso, pero un inquilino que entra en un piso pagando con la intención premeditada de dejar de pagar, es un ‘inquiokupa’.

Diferencias entre el desalojo de okupas e inquilinos morosos

El procedimiento para desahuciar a un okupa difiere del proceso para desalojar a un inquilino moroso:

¿Qué es el desalojo de inquilinos morosos?

En el desahucio por impago o falta de pago existe un alquiler firmado mediante un contrato válido. En este caso, hay que presentar una demanda en el que se reclame la deuda generada y, además, el desalojo de la propiedad.

El desalojo de arrendatarios morosos está regulado principalmente por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y el Código Civil Español.

El desalojo de okupas

El desahucio express es el que se utiliza para echar a los okupas. Desde el 2 de julio de 2018, se implementó la ley 5/2018 que establece un proceso de desahucio específico para okupas. Antes de esta fecha se usaba el desahucio por precario para desalojarlos, aunque no era el método más adecuado, ya que un okupa no es un precarista.

Los juicios contra okupas se pueden solucionar tanto por la vía civil como por la penal. Los delitos de usurpación y allanamiento de morada están recogidos en el Código Penal.

Para emprender el proceso de desahucio contra okupas, hay que presentar una demanda firmada por un abogado y un procurador. Esta debe incluir pruebas del título de propiedad de la vivienda, cualquier contrato existente, registros de impagos y cualquier otro documento que confirme que un tercero está ocupando la propiedad sin el consentimiento de los verdaderos propietarios.

Novedades en los desalojos de okupas

Con la aprobación el 19 de diciembre de 2024 del Proyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia, en teoría, los delitos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda se podrán tramitar bajo el procedimiento de juicios rápidos, pudiendo estos celebrarse en un plazo estimado de 15 días.

La nueva ley anti okupas entrará en vigor a partir del próximo 3 de abril de 2025. Está por ver si cumple los plazos, pero ya choca con la nueva suspensión de los desahucios decretada para todo 2025. Si un okupa se encuentra en situación de vulnerabilidad sin alternativa habitacional, seguramente esos 15 días pasen a ser muchísimos más.

Ley del desahucio express 

“Existe un mito que expresa que si los ocupantes llevan menos de 48 horas dentro de la vivienda estamos ante un delito flagrante y se les puede echar sin más contemplaciones. Sin embargo, se trata de una afirmación sin base en ninguna ley (ni en el Código Penal, ni en la Ley de Enjuiciamiento Criminal)”, comenta César García, director de Acounsel Abogados.

Para que se pueda efectuar el desalojo inmediato de unos okupas, lo esencial es que se les descubra en el acto, por ejemplo, a través de una cámara de seguridad o alarma. Es decir, se les tiene que pillar cometiendo el delito antes de que les dé tiempo a tomar posesión del inmueble. En ese momento, el propietario puede llamar a la policía para echarles.

La realidad es que no existe un desahucio express que en 48 horas eche a unos okupas o inquilinos morosos que tengan la posesión del piso. Dependiendo de cómo hayan entrado a la vivienda, habrá que iniciar un proceso de desahucio u otro.

Tiempo que se tarda en desalojar a un moroso o a un okupa

Dependiendo del tipo de desahucio al que haya que enfrentarse, los tiempos pueden variar:

El tiempo estimado para echar a un inquilino que no paga el alquiler oscila entre seis y doce meses.

En cuanto a los okupas, de media, según los últimos datos disponibles, se tarda casi dos años en echarles y recuperar la vivienda. Concretamente, el plazo se sitúa en 20,5 meses.

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