
Aunque el mercado inmobiliario no se para tampoco en verano, es verdad que las vacaciones hacen que algunos compradores se esperen a septiembre para acabar de mirar y negociar el precio de la vivienda. ¿Qué pasará con la compraventa de viviendas tras el verano?
Fernando Tisner, City Manager de Madrid de Casavo, establece que el último trimestre del año ha sido históricamente un buen momento para efectuar una compraventa. A pesar de la subida de los tipos de interés recientemente anunciada por el Banco Central Europeo, “no vemos motivo para que este año sea diferente”.
Por su parte, Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis, asegura que cabe esperar que después del verano se incremente el número de compraventas de inmuebles, especialmente aquellas destinadas a la inversión. “Sin embargo, es posible que aquellas que se destinan a la residencia habitual siguen viéndose afectadas por el nivel de endeudamiento que están soportando las familias”.
Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, espera que el mercado inmobiliario experimente una ligera moderación en el número de compraventas tras el verano. Esto es porque existen diversos factores económicos, todos ellos estrechamente relacionados, que podrían afectar al mercado inmobiliario tras el verano, si bien lo harán de forma moderada.
“Uno de los principales factores que podría influir en este sentido es el impacto de la inflación en la economía de las familias. Lógicamente, al aumentar los precios de los bienes y servicios básicos, las familias cuentan con menor capacidad adquisitiva y, por lo tanto, muchas de ellas optarán por postergar sus decisiones de compra de vivienda”.
Otro aspecto a tener en cuenta por el profesional es que los bancos están aplicando criterios más restrictivos a la hora de otorgar financiación. Esta situación limita el acceso a la vivienda a ciertos compradores, especialmente a aquellos que tienen ingresos más bajos o que no cumplen con los nuevos estándares de solvencia exigidos por las entidades bancarias.
Desde Casavo tienen claro que otoño suele ser un momento en el cual los particulares, tras la pausa veraniega, retoman sus decisiones de compra y/o venta y los bancos suelen ofrecer mejores condiciones de cara a la recta final del año, especialmente en aquellas entidades que tengan con objetivo ganar cuota en el mercado hipotecario.
Ahora, “esperamos una bajada respecto al año pasado, siguiendo la tónica general del resto de meses precedentes, pero es importante recalcar que venimos de un 2022 histórico. Con ello, lo que observaremos será una mayor estabilización del mercado inmobiliario y de las transacciones”.
En qué lugares habrá más compraventas de viviendas
En Inviertis prevén un incremento en tales operaciones en zonas que son más sensibles al incremento de la oferta y donde también las rentables son más altas. “Ahora mismo vemos una gran demanda por zonas costeras en levante y sur”.
Fernando Tisner apuesta por las zonas más prime de las grandes ciudades, con especial hincapié en Madrid y Barcelona. En estas zonas el mercado inmobiliario se ha mostrado más resistente a lo largo de 2023 y la compra de estos bienes como inversión ha aguantado la subida de tipos.
“Asimismo, ante una perspectiva de escasez en la concesión de crédito, la solvencia de las viviendas situadas en zonas prime se verá favorecida por los bancos a la hora de conceder préstamos hipotecarios”, responde el experto.
También cita que los alquileres siguen en máximos históricos en muchos barrios y esto también aumenta el interés por parte de los particulares por adquirir un inmueble en propiedad.
Duque, de Alfa Inmobiliaria, establece que las compraventas se realizan en las grandes capitales, y en la vivienda para uso habitual, no de vacaciones. “Esto se debe, en primer lugar, a que estas ciudades suelen ser centros de actividad empresarial y comercial. Cuentan con más empresas, oficinas y centros de negocios, lo que atrae a una gran cantidad de profesionales y trabajadores que buscan vivir cerca de sus lugares de empleo para reducir tiempos de desplazamiento y mejorar su calidad de vida”.
Y en las ciudades hay un mercado laboral más amplio y diversificado, lo que atrae a personas de diversas regiones y perfiles, incrementando la demanda de viviendas, tanto en compra como en alquiler.
¿Es el otoño un buen mes para comprar vivienda?
Los expertos creen que sí. Rebeca Pérez apunta que siempre los meses de septiembre y octubre son buenos para comprar, dado que se incrementa la oferta y todavía no hay esa demanda apremiante queda al final de año.
El experto de Casavo pronuncia que, tras el verano se reactiva por completo toda la actividad inmobiliaria, “hay una mayor disponibilidad de propiedades puesto que muchos propietarios deciden poner a la venta sus inmuebles o retoman la búsqueda de comprador. Asimismo, como hemos señalado anteriormente, las entidades bancarias que tengan como objetivo ganar cuota de mercado hipotecario tendrán condiciones más atractivas para los que quieran adquirir un inmueble”.
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