Los problemas se le acumulan al gigante inmobiliario chino Evergrande. A sus graves dificultades para hacer frente a su deuda y el pago de los bonos, se une ahora la orden de demolición de 39 edificios que forman parte de un complejo turístico en Danzhou, en la provincia de Hainan, por no contar con los permisos adecuados. Las construcciones que tendrán que ser demolidas forman parte del gigantesco proyecto Ocean Flower Island, donde hay más de 61.000 propietarios que no se han visto afectados.