Las hipotecas para extranjeros o para españoles que residen en otro país presentan algunas diferencias respecto a las hipotecas ordinarias. Por ejemplo, permiten financiar hasta el 70% del inmueble, frente al 80% de los préstamos ordinarios, suelen tener unos intereses más elevados y exigir una multitud de documentos. Sin embargo, esto no significa que estos perfiles no puedan acceder a financiación bancaria para comprar una casa. Repasamos todo lo que necesitas saber al respecto:
La importancia de la residencia fiscal
A la hora de comprar una casa y de pedir una hipoteca en España importa poco si se es español o no. De hecho, lo más importante que tenemos que tener en cuenta es dónde se ubica nuestra residencia fiscal. Es decir, el lugar en el que pagamos la mayoría de nuestros impuestos.
Si tenemos la residencia fiscal en España, es bastante fácil acceder a una hipoteca ordinaria. Por el contrario, si tenemos nuestra residencia fiscal en otro país (ya sea porque se es extranjero o porque se es nacional expatriado que trabaja y realiza la mayor parte de su vida en otro país), vamos a tener más complicado acceder a los préstamos habituales, por lo que deberemos solicitar las “hipotecas para extranjeros” o ”hipotecas para no residentes".
Estas hipotecas son ofertadas por la mayoría de los bancos españoles, y se caracterizan por estar pensadas para personas cuya residencia fiscal se ubica fuera de España, aunque es mucho más fácil por la legislación actual si la residencia fiscal está dentro de la eurozona.
¿Por qué son diferentes las hipotecas para extranjeros y no residentes?
Principalmente, porque en caso de impago, los bancos tienen más complicado activar medidas concretas para recuperar el dinero del préstamo. Si la residencia fiscal del prestatario está en otro país, la entidad bancaria tiene a su disposición menos medios (o medios más lentos y con mayor burocracia) para actuar contra el prestatario en caso de impago. Por ello, este tipo de hipotecas se consideran un producto de mayor riesgo que las hipotecas ordinarias y, en consecuencia, presentan una serie de diferencias que conviene conocer.
Diferencias entre una hipoteca para residentes y no residentes
Cada producto hipotecario para no residentes y cada banco puede tener sus propias características. Sin embargo, en la mayoría de los casos encontramos una serie de elementos comunes a este tipo de hipotecas. Estos elementos van a afectar tanto a los plazos de amortización, como a la cantidad del préstamo y a los intereses que se pagan.
¿Cuánto dinero se obtiene con una hipoteca para extranjeros?
Una diferencia importante a tener en cuenta es que, en el caso de las hipotecas para extranjeros, lo más habitual es que el préstamo no supere el 60-70% del valor de la vivienda (en el caso de las hipotecas ordinarias esta cantidad suele elevarse hasta el 80% aproximadamente).
Esto significa que, para poder comprar una vivienda en España accediendo a la financiación a través de una de estas hipotecas, debemos tener ahorrado aproximadamente el 40-50% del precio total de la casa en cuestión (el 30-40% del precio que el banco no nos financia y un 10% adicional para el pago de los gastos asociados a la operación de compra-venta).
¿Cuántos intereses se pagan por una hipoteca para no residentes?
Al entenderse que las hipotecas para no residentes están destinadas a segundas viviendas, los intereses que se suelen pagar por estas hipotecas son más altos que en el caso de las hipotecas convencionales.
Documentación para pedir una hipoteca para extranjeros
Uno de los aspectos que más interés suscita a la hora de pedir una hipoteca para extranjeros o no residentes es la documentación que vamos a necesitar para realizar el proceso. La entidad bancaria nos va a pedir los siguientes documentos:
- Fotocopia del NIE o pasaporte.
- Certificado que expone que no eres residente.
- Copia del contrato de trabajo.
- Copia de las últimas nóminas de tu país de residencia.
- El extracto bancario del último año de la cuenta en la que se ingresa la nómina.
- El certificado de la residencia fiscal.
- La declaración fiscal.
- Los tres últimos recibos de haber cancelado las deudas pendientes.
- El contrato de compra de la vivienda que se va a comprar (o el contrato de arras en caso de no tener todavía el contrato de compra-venta).
- En muchos casos nos pedirán traducir la documentación, dependerá de la entidad y del idioma en que venga la documentación.
¿Cómo pedir una hipoteca siendo extranjero pero con residencia en España?
Como hemos comentado unas líneas más arriba, la diferencia a la hora de pedir una hipoteca ordinaria o una hipoteca para extranjeros en España depende directamente de dónde se ubica la residencia fiscal, y no tanto de la nacionalidad del solicitante.
Por ello, si se es extranjero, pero se tiene la residencia fiscal en España, la forma de acceder a una hipoteca es la misma que cualquier residente nacional. Es decir, solicitando una hipoteca ordinaria en la entidad bancaria que nos interese. En cualquier caso, y al igual que a la hora de buscar un préstamo tradicional, es importante comparar hipotecas para encontrar el producto que mejor se ajuste a nuestras necesidades y preferencias como cliente.
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