
Ante los anuncios de representates políticos españoles sobre una posible conspiración inversora contra España, ubs ha señalado que los problemas de España vienen de causas muy definidas, "como su pertenencia a una unión monetaria inapropiada y de un mercado inmobiliario que era un esquema ponzi (fraude piramidal)"
Entrar en el euro supuso renunciar a nuestra arma tradicional para salir de las crisis (la devaluación de la divisa) y a la soberanía en política monetaria y, en buena medida, en la fiscal
Respecto al mercado inmobiliario, el calificativo de fraude piramidal hace referencia a que la forma de ganar dinero era que siguiera entrando gente en el mercado pagando precios cada vez más altos por unos pisos que valían mucho menos, de manera que los primeros que compraban obtenían rentabilidad gracias a lo que pagaban los últimos. Este esquema se repite en todas las burbujas, puesto que cuando los activos superan con creces cualquier valoración racional -como en el caso del ladrillo español- la subida de precios sólo se sostiene con la continua entrada de nuevos inversores que confían en que siempre habrá alguien dispuesto a pagar más que ellos
"En 1992 hubo un ataque contra la libra esterlina que acabó en una fuerte devaluación. También entonces se habló de los especuladores, que eran parte del problema, aunque básicamente lo que había era que los datos macroeconómicos básicos de la economía británica no eran buenos. Ahora sucede lo mismo: el problema de la economía española es la burbuja inmobiliaria de los últimos años, el excesivo endeudamiento, todo eso. Culpar a los especuladores es un error", explicó el autor de esa nota, el analista Paul Donovan
76 Comentarios:
La unión monetaria del euro es "inapropiada" solo porque se diseño expresamente para que fuese "inapropiada". No es cierto que el que varios países utilicen una moneda común requiera una política económica o fiscal común o un gobierno central que coordine esas políticas.
Intentaré explicarlo en términos sencillos. El dolar americano es empleado en muchos países pero consideremos solo el caso de los estados unidos y tratemos de ver a los estados unidos como una federación de estados con una moneda común y un único banco central (la reserva federal)
Utilizaré un esquema simplificado. Dentro de los estados unidos, en este ejemplo, tendremos varios emisores de deuda pública (bonos). Pongamos que sean el gobierno federal (el que dirige Obama), el ayuntamiento de nueva york (bonos municipales) y el estado de california.
Como cada una de estas instituciones tiene una solvencia diferente y un riesgo de impago inversamente proporcional a esa solvencia, el mercado (los inversores de renta fija) asignan tipos de interés diferentes a esos bonos. Los precios de los bonos varían como los precios de las acciones según los inversores perciban un aumento o una reducción del riesgo de cada emisor. Siendo el gobierno federal muy fiable, los inversores le prestarán a 10 años al 4% de interés pero cuando le presten al estado de california, con un riesgo de impago mucho mayor, le exigirán unos intereses del 7.5% que compensen ese riesgo de no recuperar lo prestado.
Estos intereses, junto a su prima de riesgo, mayores o menores podemos traducirlos también en precios por verlo más fácilmente. Pongamos que los bonos del gobierno federal se venderían en mercado a 95 centavos el dolar, los del ayuntamiento de nueva york a 80 centavos el dolar y los de california a 60 centavos el dolar (esto significa que, por ejemplo, el inversor que compre bonos californianos pagando 60.000 dólares recibirá del estado de california 100.000 dólares en 10 años. Se pagan 60 dólares por cada 100 dólares que se recuperarán en el futuro)
Luisito muchas gracias, si la maestra del pueblo me hubiese explicado las cosas tan claras en lugar de hacer novillos aun estaria en la escuela.
Dedicate a la docencia por el bien de este pais que muchos somos analfabetos
Pongamos que el nominal de estos bonos sea de 1.000 dólares, o sea que uno de estos bonos da derecho al inversor a recibir del emisor 1.000 dólares cuando el bono madure.
El banco "a" decide emplear 100 millones de dólares en comprar bonos federales a un precio del 95% (950 dólares cada bono). Con este dinero comprará unos 105.000 bonos valorados (por el mercado) en 100 millones de dólares.
El banco "b" decide emplear también 100 millones de dólares en comprar bonos, pero no federales sino, corriendo un mayor riesgo, compra bonos californianos. Como cada bono se vende en mercado a 600, compra unos 170.000 bonos también valorados por el mercado en 100 millones.
Tanto el banco "a" como el "b" deciden acudir a una subasta de reservas (liquidez) del banco central. Si ofrecen pagar a la fed un interés suficientemente alto, la fed les prestará a cada uno de ellos reservas por una cuantía de 90 millones de dólares. Para que la fed les preste estas reservas, los bancos deben depositar algún colateral como garantía. El banco "a" depositaría sus 105.000 bonos federales que valen 100 millones en el balance de la fed, el banco "b" depositaría sus 170.000 bonos californianos que también valen 100 millones.
En los dos casos, los bancos avalarían el crédito de 90 millones de dólares de la fed con activos por valor de 100 millones (la fed podría guardarse ese margen de seguridad del 10%).
No hay nada particularmente difícil en este esquema, basta dejar que el mercado asigne un valor a los distintos activos que luego se usan como colateral en el banco central. Este descuento que hace el mercado del riesgo de cada emisor en el precio de los activos, hace que ni el banco "a" ni el "b" obtengan una especial ventaja apostando por bonos de alta calidad o de baja calidad.
En Europa las cosas funcionan de otra manera. El bono alemán podría tener un precio de mercado del 95% (950 euros el bono) y dar un interés del 3.5% mientras que el bono griego podría tener un precio del 65% (650 euros el bono) y dar un interés del 7.5%. En este sentido, las cosas no son diferentes a lo que ocurre con los bonos federales o los del estado de california.
La sorpresa viene cuando los bancos acuden al banco central europeo (bce). Cuando el bce presta reservas o subasta liquidez, ignorando por completo al mercado, valorará el bono alemán a 1000 (100%) y valorará el bono griego a 1000 (al 100%). Después aplicará un descuento de seguridad igual a los bonos alemanes o griegos.
Luisito,me gusta como te expllicas aunque en economia han conseguido que todos seamos analfabetos.No termino de entender el problema de los bonos aunque entiendo que los bonos alemanes valgan mas quelos griegos o los españoles. Pero luego ¿Por que les ponen a todos el mismo valor?Sigue así y conseguirè entender algo. Gracias
Propongo hacer una colecta para edificar un monumento a estos señores de UBS :-)
De esta forma, al negar cualquier valor a los precios de mercado y a la valoración del riesgo que se deduce de esos precios de mercado, se crean los medios necesarios para que los bancos "cortocircuiten" el sistema.
Por ejemplo. Un banco tiene 100 millones de euros. Con ese dinero compra bonos griegos a precio de mercado, esto significa que invierte esos 100 millones al 7.5% que pagan los bonos griegos según los precios de mercado. El siguiente paso para el banco es pedir al bce un préstamo de 100 millones. El bce le presta ese dinero al 1% de interés y admite los bonos griegos como aval. El banco compra con ese dinero más bonos griegos que vuelve a depositar en el bce para obtener más prestamos. Este proceso se repite una y otra vez.
Cuando este proceso de ultraapalancamiento concluye, el banco puede haber comprado bonos griegos por valor de 5000 millones, con 5000 millones prestados por el bce. Ese valor en bonos griegos con un interés del 7.5% le dan al banco 375 millones por año. Como el crédito del bce es al 1%, el banco tiene que pagar al bce en intereses solo 50 millones, por lo que obtiene 325 millones al año en intereses para una inversión de 100 millones (un "tae" del 325%).
En el mercado nunca ocurren estas cosas. Nunca alguien puede obtener un 7.5% de interés por un dinero que ha obtenido prestado al 1%.
Si el colateral (el activo que avala el crédito) que se deposita para obtener el crédito es de alta calidad podrá obtener un crédito a un tipo bajo (porque el riesgo que corre el prestamista es bajo al estar cubierto el crédito por el colateral muy fiable) pero ese colateral de alta calidad, como un bono alemán, paga un interés bajo.
Si el colateral que se emplea paga un interés alto, es porque es un activo de alto riesgo y si este es el activo que se emplea para obtener el crédito, solo podrá obtenerse un crédito a un interés muy elevado.
El mercado no permite que aparezcan estas formas de ganar dinero sin riesgo. El banco central europeo y las autoridades económicas, por razones políticas, distorsionan el mercado creando estos desequilibrios y estas bombas de relojería.
El gobierno griego puede seguir endeudándose y desplifarrando enloquecidamente porque sigue habiendo demanda de bonos griegos pero se trata de una demanda artificial, creada por el banco central y no por los inversores de renta fija. El banco central, actuando como un ahorrador que presta, hace una competencia desleal a los genuinos ahorradores, prestando a Grecia a un interés mucho más bajo que el interés al que le prestarían esos ahorradores. Esto es algo que impide que el mercado pueda imponer su disciplina al gobierno griego y que, por eso, conducirá a Grecia a la completa ruina.
Es algo así como impedir que un camarero (el mercado) pueda negarse a servir otra copa más a un cliente al que ve peligrosamente borracho (el gobierno griego).
Qué razón con esta parodia de los suizos!
Y lo cojonudo es que está pasando de verdad.
Vaya óstia se van a llevar los promotores e hipotecados.
¡Ovejas al corral!, Se acabó lo de ganar pasta con los pisos.
Yo compré colonial a 1.30. Me costó pero después de dos años acepté el error y nunca más me volverá a pasar. Y si mis acciones inmobiliarias bajaron un 90 y pico%, pues ya me explicarán a mi si van a bajar máso no los pisos.
¡¡Mira que hay listos a toro pasao!!
TRIBUNA: Santiago NIÑo BECERRA
2010, el año del 'crash'
Lo ocurrido desde 2008, en España y a escala mundial, es sólo la antesala de la crisis sistémica que estallará a partir del próximo verano. El crédito se restringirá, el consumo disminuirá y el paro subirá
El mensaje oficial -en todas las economías, en todos los países- en este año que comienza es "Ya ha pasado lo peor; ahora a crecer de nuevo". Finalmente, la mayoría ha admitido que lo vivido en estos dos últimos años ha sido terrible, y lo sucedido en el primer semestre del 2009, lo más duro desde la Gran Depresión. Bien, como explico en mi libro El crash del 2010, lo sucedido es sólo la antesala de lo que está por llegar, lo sucedido ha sido la precrisis de la crisis sistémica que, entiendo, estallará a mediados del año en curso.
De entrada, una matización. Quienes han sido más realistas hasta ahora comparan lo acontecido desde mediados del 2008 con lo sucedido desde mediados de 1929 y, a partir de ahí, realizan sus análisis; yo pienso, en cambio, que la secuencia comienza antes: en 1923 (en el crash de entonces) y en 2003 (en el crash actual). En efecto, un repaso de la evolución del PIB de las principales economías en ambos periodos de tiempo muestra similitudes sorprendentes; la diferencia estriba en las decisiones entonces adoptadas y en las que ahora se han adoptado. Sin embargo, el final será idéntico: una crisis sistémica fruto del agotamiento de un modo de hacer que dará origen a un nuevo modo de funcionamiento. Puede sonar misterioso, pero, en el fondo, es algo muy técnico. El año 2010 constituye la frontera.
Y en 2010 es cuando verdaderamente se producirá el inicio de los problemas. De entrada, será a lo largo de los próximos meses cuando el Banco Central Europeo (BCE) pondrá fin al acceso fácil (y barato) a su dinero para las entidades financieras, lo que significará, entre otras cosas, el final de una forma fácil (y barata) de negocio: pedírselo prestado al BCE al 1% e invertirlo en Deuda Pública al 3%.
Para las empresas, el 2010 supondrá unas mayores dificultades (mucho mayores) a la hora de obtener financiación, debido a una creciente percepción de impago posible por parte de las agencias de calificación y de las propias entidades financieras, lo que les llevará a restringir el crédito en cualquiera de sus formas. (Evidentemente, lo dicho en el punto anterior influirá en estas mayores dificultades de financiación, ya que hará más caro a las entidades financieras la obtención de fondos).
Tampoco podrá extenderse más allá del 2010 la ficción en la que han vivido (porque así lo consideraron conveniente) los reguladores financieros: la aceptación como buenos de gran número de activos que un análisis exigente hubiese demostrado inaceptables (¿Estamos hablando de 600.000 millones de euros?, ¿Más?); Una ficción que ha permitido posponer el crash unos meses, pero cuya afloración tendrá consecuencias. Si a esto añadimos la propia deuda de las entidades financieras (410.000
TRIBUNA: Santiago NIÑo BECERRA
2010, el año del 'crash'
...si a esto añadimos la propia deuda de las entidades financieras (410.000 millones de euros es la que las españolas deberán atender entre 2010 y 2012), el panorama de estas entidades es, como poco, muy preocupante. Volveremos sobre el sistema financiero.
A lo largo de 2010, esas menores o más difíciles posibilidades de financiación para las empresas se traducirán en una ocupación decreciente, es decir, en un desempleo al alza. A ello contribuirán las restricciones en el consumo de todo tipo de bienes y servicios debidas al aumento del paro y al colapso de la capacidad de endeudamiento de las familias, y ello, tanto a nivel nacional como internacional, demostrará la imposibilidad de que las exportaciones se conviertan en la solución de todos los problemas, como así pretenden todos los Gobiernos de todos los países. En consecuencia, el peligro de la tan temida inflación puede darse por conculcado debido a que el consumo se derrumbará, lo que aleja la posibilidad de alzas significativas en los tipos de interés.
¿La consecuencia más inmediata de lo anterior? Rentas decrecientes por congelaciones salariales y por reducción de los beneficios empresariales, y rentas medias a la baja debido al aumento del desempleo y a la caída de la actividad económica, lo que se traducirá en caídas de los pluses y de los bonus pagados por las empresas. La capacidad de consumo descenderá, y, a la vez, lo hará la recaudación de los Estados, tanto por lo que respecta a la imposición indirecta como a la directa. La salida natural a un decorado como el descrito es hacia la economía sumergida (y mucho más en casos como el español, debido al reducido valor añadido de los bienes fabricados).
En 2010 también se asistirá al fin de lo que verdaderamente ha posibilitado la recuperación habida en el segundo semestre del 2009: los estímulos, las ayudas y las inyecciones directas e indirectas, aunque generalizadas, aplicados por los gobiernos.
Su final se producirá por el hecho de que la propia capacidad de endeudamiento de los Estados (al menos en su forma actual) ha llegado a su fin (el caso de Grecia ha sido la primera manifestación). Pero el final de esos estímulos tendrá consecuencias: dejarán de ser factibles tareas realizadas al calor del Gasto Público y dejarán de ser sostenibles realidades creadas al abrigo de avales y garantías estatales.
Durante el año 2010, y vinculado con lo anterior, los Estados deberán ir realizando aquellos ajustes presupuestarios más imperativos; menos, entiendo, por el lado del aumento de ingresos como por el del decremento de gastos, es decir, no tanto incrementando las figuras impositivas como reduciendo el Gasto Público. El objetivo será doble: disminuir sus déficit y conseguir una mejor aceptación (al menor coste posible) de la Deuda Pública que tales Estados van a tener que continuar emitiendo. También estas medidas tendrán consecuencias.
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