
El alquiler de una propiedad puede ser una fuente estable de ingresos y una forma de mantener una inversión inmobiliaria. Sin embargo, en ocasiones los propietarios se enfrentan a la problemática de un inquilino que no cumple con sus obligaciones financieras y deja de pagar el alquiler. Esta situación puede generar estrés y dificultades económicas para los arrendadores.
En este artículo te contamos algunos trucos para echar a un inquilino moroso.
¿Cuándo puedes echar a un inquilino que no paga?
Echar a un arrendatario que no paga puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza. A pesar de que la ley ampara al propietario, la solución a este conflicto cuenta con un plazo medio de resolución que algunos estiman en un mínimo de ocho meses (otros lo fijan en alrededor de un año).
Por ejemplo, según el artículo 1.569 del Código Civil, la falta de pago es una de las razones por las que se puede iniciar el procedimiento para echar a un inquilino. Asimismo y según el artículo 27 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), con un solo mes en el que falte la renta se podrá resolver el contrato de arrendamiento y comunicarle al inquilino que debe desalojar la casa. Es decir, desde el primer mes que falte el pago, podrás echar al inquilino, pues es el principal motivo para terminar el contrato.
Trucos para echar a un inquilino que no paga
Si quieres echar a un inquilino que no paga de manera efectiva, te proponemos cuatro maneras de hacerlo:
Comunicar al inquilino la falta de pago
La primera opción para solucionar cualquier tipo de conflicto es el diálogo. A veces pueden surgir situaciones inesperadas o simplemente olvidos. Por tanto, comunicarle al inquilino el retraso o la falta de pago puede solucionar el problema. Si aun así no se resuelve el conflicto, deja constancia de cara a una futura demanda. En este caso la mejor opción es el burofax.
“En el burofax, hay que indicar la cantidad que el inquilino debe en ese momento, pudiendo incluir, además de las rentas, cualquier otro concepto (agua o luz, entre otros suministros) que el arrendatario haya dejado de pagar. Hay que darle un plazo razonable para su abono (por lo general, 10 días desde la recepción del escrito)”, comenta César García, director de Acounsel Abogados.
Trata de llegar a un acuerdo con el inquilino
Si no es un retraso ni un olvido y el inquilino no puede o no quiere pagar el alquiler, te encuentras frente a un moroso. En este punto hay que plantearse llegar a un acuerdo para que se ponga al día con las cuotas atrasadas. Muchas veces negociar una forma y plazo de pago puede ser mejor que llegar a un desahucio, pues, aunque se acabe recuperando la vivienda, el propietario posiblemente no recobre la cantidad adeudada.
Demanda al inquilino
Si el inquilino no acepta un pacto y sigue sin pagar, habrá que presentar la pertinente demanda por impago. Es aconsejable contar con la ayuda de un abogado, pues te informará sobre cómo proceder, te ayudará con los trámites y te explicará sobre qué se debe hacer y qué no.
Una vez presentada la demanda y admitida por el juzgado, el inquilino tendrá 10 días para responder. Pueden darse varias situaciones:
- Que abandone la vivienda
- Que pague las deudas
- Que se oponga a la demanda
Lo más frecuente es que el inquilino moroso se oponga a la demanda y en ese caso, habrá que ir a juicio.
Ir a juicio
Una vez se ha llegado a juicio, el propietario tarde o temprano, recuperará su vivienda. Sin embargo, lo más posible es que no recupere las rentas adeudadas por el inquilino moroso, pues por lo general se declararán insolventes. Si en el juicio es sentenciado a desahucio, se fijará el lanzamiento, es decir, el momento en el que el propietario vuelve a tomar posesión de su casa.
En este punto es posible que el propietario deba continuar con su abogado para intentar cobrar la deuda existente. Para ello habrá que interponer una demanda ejecutiva para el embargo de bienes (parte de su nómina, coche, moto, etc.) hasta recuperar la totalidad del importe adeudado.

Cosas que no debes hacer al echar a un inquilino moroso
En estos casos es importante, además, conocer qué no se puede hacer para echar a un inquilino que no paga el alquiler. Aunque se trate de una situación compleja y frustrante, si se actúa sin pensar, el propietario puede enfrentarse a problemas legales. Esto es lo que no se debe hacer para recuperar un piso alquilado:
- Cambiar la cerradura: Cuando se alquila un piso el inquilino tiene derecho al uso y disfrute del inmueble. Solo un juez puede declarar lo contrario y por lo tanto, cambiar la cerradura es ilegal.
- Cortar los suministros: No está permitido por la ley, pues impide que el moroso disfrute de la vivienda a ojos de la ley.
- No mantener la casa habitable: Aunque el inquilino no cumpla con sus obligaciones económicas, la ley la ampara. El propietario debe cumplir con el mantenimiento de la vivienda, ya que el moroso podría alegar que por ese motivo no paga el alquiler.
- Amenazas, violencia verbal o física: Nunca hay que amenazar al arrendatario ni agredirle.
Cómo evitar tener que recurrir a trucos para echar a un inquilino que no paga
Estas son algunas maneras de evitar el desalojo de inquilinos morosos:
Fichero de inquilinos morosos
La mejor protección contra los inquilinos que dejan de pagar el alquiler es la prevención. Consultar el fichero de morosos es la mejor herramienta contra la morosidad y los impagos en el alquiler. Al hacerlo, obtendrás un informe completo sobre el historial del inquilino y un índice de riesgo de impago.
Cómo echar a un inquilino que no paga con la ayuda de un seguro de impago
Otra forma de protegerse de inquilinos morosos es contratar un seguro de impago de alquiler. Esta herramienta te proporciona el respaldo de un equipo legal que se encarga de todos los trámites en tu nombre y te asesora sobre cómo actuar en cada punto del proceso.
Además, podrás recibir por adelantado las rentas adeudadas una vez que se haya presentado la demanda de desahucio. Lo habitual es que la compañía de seguros te reembolse mes a mes las mensualidades impagadas, dentro del período máximo de impago asegurado en la póliza. También contarás con un abogado y un procurador que se encargarán de gestionar el requerimiento de pago al inquilino moroso y la póliza cubrirá otros gastos, como la contratación del cerrajero y la limpieza de la vivienda (en el caso de que se llegue hasta el desahucio).
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