Francis Fernández, CEO de la Spanish International Realty Alliance (SIRA), el área de desarrollo profesional de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), visita las oficinas de idealista para repasar la actualidad inmobiliaria en la antesala de Inmociónate 2025, uno de los encuentros para los profesionales de la industria más importantes del año.
Fernández constata la elevada demanda residencial que hay actualmente en España, que está provocando que haya listas de espera tanto para comprar como para alquilar viviendas, y vaticina más subidas de los precios a corto plazo como consecuencia del desajuste entre la oferta y la demanda.
También se muestra partidario de derogar parcialmente la Ley de Vivienda ante el temor que está generando en los ahorradores a la hora de arrendar sus propiedades, y defiende promover las terceras y cuartas coronas de las grandes ciudades para facilitar el acceso a la vivienda asequible. El CEO de SIRA pide a la Administración que escuche a los profesionales inmobiliarios a la hora de abordar la regulación del mercado y ve necesario ayudar a los jóvenes a ser propietarios y tengan una casa pagada cuando se jubilen. Si no, "el Estado tendrá un problema con la sostenibilidad de las pensiones", alerta.
¿Cómo está el mercado de la vivienda en España?
Dentro del mercado de la vivienda hay muchos mercados. Pero la vivienda en alquiler pues es evidente, solo hay que salir a la calle y hablar con las personas que se quieran independizar en estos momentos, que tengan esa edad y ese impulso para montar su propia familia y su propio hogar a través de una vivienda en alquiler, o personas que se trasladan. En definitiva, personas que tienen una necesidad de alquilar. Y lo cierto es que no encuentran viviendas. Buscan viviendas y no hay.
Y las que hay a veces duran minutos porque hay decenas de candidatos para esa misma vivienda. Muchos agentes inmobiliarios comentan que les llegan inquilinos y les piden que les guarden la próxima vivienda que salga al mercado y les dicen “me da igual que sea verde, azul o roja. Ya no entro en escoger. Aquí te dejo mis nóminas, mi DNI, mi renta y todos los documentos que acreditan mi solvencia. Incluso te dejo ya un depósito para que al propietario le digas que me la quedo, en firme”. Fíjate hasta qué punto está llegando en estos momentos la escasez de oferta de vivienda en alquiler.
¿A qué se debe eso?
Pues los datos apuntan a una creación de hogares fuerte, a pesar de que la natalidad en estos momentos no es alta. Pero se están creando hogares por el crecimiento orgánico de la población española y luego hay una demanda agregada de diferentes perfiles de extranjeros que llegan a nuestro país, ya sea con aspiraciones de trabajos sencillos o menos remunerados o bien expatriados y nómadas digitales. Y luego hay un grupo muy potente también de jubilados o personas que tienen pensado acabar sus últimos años de vida en nuestra tierra, porque somos la Florida de Europa, como dice algún amigo, y somos un país atractivo para vivir por muchas cosas que no hace falta que diga en esta entrevista.
Por tanto, a esa tormenta perfecta de creación de hogares orgánica y de demanda agregada de extranjeros, si le añades una confianza en la economía, que el empleo va relativamente bien y que los tipos de interés han bajado, nos encontramos ante una situación en la que todos los vectores tiran del mercado.
Mucha gente quiere una casa, a ser posible en compra, y la quiere ya. Por tanto, el mercado está caliente y además no va a dejar de estarlo en años, porque fabricar nuevas casas no es sencillo, requiere su tiempo y además también requiere mano de obra especializada. Los plazos de entrega son largos y el sector tiene dificultades para tener profesionales. Por tanto, desde el punto de vista de los inmobiliarios, que es el mundo que más controlo y con el que más relación tengo, el mercado está muy animado.
"Mucha gente quiere una casa, a ser posible en compra, y la quiere ya"
Con un mercado tan animado, ¿veremos más compraventas de viviendas y unos precios cada vez más altos?
Insisto en que el inmobiliario va por barrios, pero si hablamos en términos generales de toda España, todos los centros de estudios de las principales entidades, tanto financieras como asociaciones, y el barómetro que publicamos SIRA y UCI apuntan a una tendencia al alza en los precios. Seguramente no va a ser de dos dígitos, sino que vamos a estar más en el 5% o 6%, aunque es una bola de cristal. Estamos en un momento muy volátil, sobre todo por la guerra comercial. Veremos cómo afecta a la economía y al empleo, pero hay muchos vectores que tiran para arriba del número de transacciones o por lo menos para que se mantengan los récords de transacciones de segunda mano, como sucedió el año pasado. Nada apunta a que vaya a bajar.
"El mercado está caliente y no va a dejar de estarlo en años"
Si hacemos zoom en el mercado del alquiler, donde la escasez de oferta es muy clara y la demanda se mantiene también muy fuerte. ¿Crees que la falta de oferta es únicamente por la regulación? ¿ O a qué achacas que se esté reduciendo el número de viviendas disponibles para alquilar?
Bueno, pensemos que más del 90% de las viviendas que se alquilan en España son propiedad de familias. Cuando digo familias no digo de familias hiper adineradas, sino de pequeños ahorradores; en muchos casos, personas mayores que han ahorrado durante su vida, o sus antepasados, y tienen esa propiedad como un complemento a la pensión. Por tanto, se suele pensar que los grandes tenedores son los culpables, pero su participación en el mercado es muy baja.
En Alemania, por ejemplo, los grandes tenedores están por encima del 30%. Hay grandes fondos de inversión de muchos colectivos que años atrás, e incluso decenios, decidieron construir viviendas para alquilar. En España ese modelo ha llegado mucho después e, insisto, más del 90% son pequeños propietarios. Y, si hablas con esos pequeños propietarios, su percepción es de mayor vulnerabilidad que hace años por las regulaciones que han ido surgiendo. Todos queremos que se proteja a las familias vulnerables y que se les ayude a tener una vivienda, claro que sí, lo que ocurre es que los propietarios tienen la percepción que son ellos los que están entregando ese derecho a la vivienda o a los que el Estado les pide que sean los garantes o los ‘entregadores’ de ese derecho.
"La percepción de los propietarios es de mayor vulnerabilidad que hace años por las regulaciones"
En España las políticas de vivienda han sido inexistentes en los últimos 10-15 años. Tampoco quiero entrar en política, pero quizá la excesiva descentralización y tener tantas administraciones no ayuda al entendimiento y no permite llegar a análisis de este tipo.
La realidad es que menos de un 10% del mercado está en manos de profesionales y que los caseros ‘amateurs’ tienen la percepción de que, si alquilan a un determinado perfil se les puede declarar vulnerable y quedarse en la vivienda más tiempo del que les gustaría. Por tanto, no está equilibrado. El péndulo se ha ido demasiado a la protección de una de las partes del contrato y no a la que tiene, perdóname la expresión, el ‘power’, porque al final tiene la decisión de alquilar o no, y de ser más selectivo.
No es bueno lo que está pasando para nadie, porque indudablemente un mercado de alquiler ágil también dinamiza una economía. Quieres abrir una empresa en un lugar, pero ¿y si no hay vivienda de alquiler? ¿Cómo van a vivir tus trabajadores? ¿Y si te quieres trasladar? Los polos más atractivos, como Málaga, Valencia, Madrid o Barcelona, tienen que tener un parque de viviendas de alquiler, incluso de corto plazo, pero está muy complicado.
¿Crees que ahora es más difícil comprar una vivienda que hace unos años?
Es más fácil comprar que hace cinco años en el sentido de los medios financieros y las ayudas que hay por parte del Estado para avalar a los jóvenes y no tan jóvenes esa entrada inicial que es necesaria para para la compra. Por tanto, hay instrumentos que ayudan a plantearte el proyecto de comprar.
Otra cosa es cuando sales al mercado y te pones a buscar y ves que no hay tanta oferta. El número de anuncios disponibles en los portales inmobiliarios se ha reducido entre un 40% y un 50%. Además, lo que antes valía 200.000 euros ahora está en 250.000-300.000 y eso te obliga a alejarte algo en cuanto a la ubicación. En ese sentido, desde el mundo inmobiliario tenemos que educar a los compradores y ponerles encima de la mesa opciones. Como agente inmobiliario y consejero, hay que decirles que lo que buscan no está en Malasaña (Madrid), pero sí a 25 kilómetros, donde hay conexiones por cercanías. En definitiva, hay que ayudar a reconducir la demanda hacia zonas donde sí que hay viviendas a un precio más asequible.
Y en el caso del alquiler…
Los datos y los estudios de las principales entidades que se encargan de hacer estas cosas, tanto el Banco de España como otras entidades solventes, apuntan a que no va a mejorar la accesibilidad de las viviendas de alquiler, sobre todo en las grandes ciudades. Nos ha dado a todos por vivir en núcleos cada vez más concentrados y, evidentemente, ahí el mercado está escaso de por sí.
Además, si añadimos lo que comentaba antes de la preocupación de los pequeños propietarios, la situación es de locos. Está complicado y además en este ámbito intervienen las tres administraciones.
¿Qué soluciones hay?
En general, activar el mercado no es fácil. Sin embargo, cuando sacas estadísticas del número de viviendas desocupadas, te das cuentas de hay muchas viviendas. Es verdad que están a muchos kilómetros de donde la gente quiere vivir y que no es llevarte a una familia joven a un lugar así, porque evidentemente quieren tener servicios para sus hijos, ocio, sanidad… No te puedes ir en plan Robinson a mitad del bosque.
Pero hay que ver cómo fomentar esa España vaciada. Y no hablo de irse a 300 kilómetros de la urbe donde quieres estar y trabajas, pero sí de fomentar las terceras y cuartas coronas en torno a las ciudades. Eso sería una gran solución, pero tampoco es tan a corto plazo.
¿Cómo creas un hospital? ¿Cómo creas escuelas? ¿Cómo creas un centro comercial de hoy para mañana? Sobre todo, la parte comercial suele ir detrás de las viviendas. Nadie va a invertir en montar un ‘shopping center’ en un sitio donde hay 300 habitantes.
Y todo viene de una abdicación por parte de las administraciones. Los ayuntamientos tienen suelos para aburrir, pero cuando hablas con ellos te das cuenta de que no quieren ser caseros y no quieren tener viviendas en propiedad para alquilar a perfiles más vulnerables, porque al final su experiencia es que los impagos son enormes. No quiero generalizar porque sería injusto, pero son comentarios que me han hecho los mandatarios de algunos ayuntamientos.
"Hay que ayudar a reconducir la demanda hacia zonas donde sí que hay viviendas a un precio más asequible"
La propuesta de impulsar las terceras y cuartas coronas de las grandes ciudades llevaría unos años. Y a corto plazo, ¿qué se puede hacer para que haya más vivienda al mercado?
En primer lugar, facilitar los trámites. No puede ser que haya que esperar meses para una licencia y que la tramitación de los permisos sea una incertidumbre permanente de plazos. Por tanto, habría que crear oficinas o ventanillas únicas para que el proceso sea más ágil y sin tantas restricciones.
En Barcelona, por ejemplo, el 30% de las viviendas que el promotor construye tienen que estar destinadas a vivienda social, lo que está encareciendo la vivienda libre, porque los costes que no se cubren con la vivienda protegida se tienen que cubrir con la vivida libre. Por tanto, lo que haces es que unos paguen lo de otros.
Es un poco absurdo. Sobre el papel parecía una idea magnífica del Ayuntamiento, pero la realidad es que los promotores están construyendo en el extrarradio de la ciudad, en Hospitalet, en Badalona, en Sabadell… Se han ido fuera porque no quieren hacer nada en la ciudad. No les salen los números.
En Cataluña recientemente se ha aprobado una subida del ITP que eleva el tipo hasta el 20% para las operaciones que hagan los grandes tenedores. Aunque todavía no ha entrado en vigor, ¿cómo valoras este tipo de medidas?
Los grandes tenedores suelen ser empresas con menos aversión al riesgo que un particular y no sé si tiene mucho sentido frenar esa actividad.
Si queremos tener vivienda en alquiler y que haya una profesionalización de los caseros, no hagas lo contrario para que esos caseros te quiten del mapa de sus objetivos y se vayan a otros lugares donde tengan más facilidades. Es un contrasentido. Parece que este tipo de medidas son meramente recaudatorias o meramente populistas para castigar a los fondos.
Cuando la crisis inmobiliaria de 2009-2010, si no llegan a comprar las viviendas adjudicadas por muchísimas entidades en España, no sé cómo habría ido la economía. Incluso compraron muchas propiedades al Estado y a otras Administraciones. La propia Generalitat de Cataluña vendió edificios que tenía con uso bajo a fondos.
Los llamados fondos buitre son propiedad de ahorradores y es un contrasentido hacer las cosas pensando solamente en los votos de una parte de la sociedad, en tu público, porque al final sucede lo contrario de lo que buscas.
Creo que el fruto final de esta situación es la falta de consulta y de escuchar a los inmobiliarios de este país, quienes están a pie de calle viendo cómo llegan a su oficina personas que quieren alquilar y no encuentran nada.
"Si los fondos no llegan a comprar las viviendas adjudicadas en la crisis, no sé cómo habría ido la economía"
¿Crees que la Administración no escucha al sector?
Antes de que se aprobara la Ley de Vivienda hubo encuentros entre la ministra de Vivienda y los empresarios del sector, y prácticamente nada de lo que propusieron para dinamizar la oferta y mover más el mercado en defensa del consumidor se tuvo en cuenta.
Si los gobernantes escuchan a los médicos cuando hacen una ley de sanidad, también deberían escuchar a los actores en la vivienda cuando hagan una ley de vivienda. Y no solo a los promotores, sino también a los agentes inmobiliarios. Son los que recorren la última milla, los que están atendiendo a la población y sus necesidades habitacionales. Pero esto nunca ha sucedido aquí y es una pérdida muy importante de conocimiento del mercado.
La Ley de Vivienda cumplirá dos años en vigor en las próximas semanas. ¿Serías partidario de derogar la normativa?
Parcialmente sí, desde luego, sobre todo aquellos artículos que están dando un resultado contrario al que se esperaba.
Es momento de rectificar. Todos tenemos que rectificar cuando una medida no alcanza los objetivos que nos hemos marcado. La buena voluntad del Gobierno nadie la pone en duda, pero las cifras son las que son. Entonces, si no ha surtido el efecto esperado con esta normativa, vamos a ver por qué y vamos a ver qué artículos o qué cuestiones de esa ley perjudican el objetivo que, con la mejor de las voluntades, estábamos persiguiendo con ella. Es momento, sin duda, de darle una vuelta y escuchar a los actores del mercado. No solo a los más populistas y que, porque gritan más, parece que tienen razón, sino a los que, insisto, están ahí, a pie de la calle todos los días.
Hemos hablado de los números macro, de demografía y demanda agregada, pero es que, si a eso le añades que sube la demanda y bajas la oferta, se ve que es el ‘gap’ que se ha producido es todavía mayor que el que se habría producido por la mera evolución de la demografía en España.
Entonces tienes un efecto mandíbula contrario, en el que una cosa va para aquí y la otra va para allí. Por tanto, se va ampliando cada vez más, no quiero decir la palabra problema, pero sí esa situación. Claramente hay que sentarse y discutir con los agentes sociales y ver qué no está funcionando.
"Es momento de darle una vuelta a la Ley de Vivienda y escuchar a los actores del mercado"
¿Qué habría que hacer entonces?
Movilizar las viviendas que hay vacías y dar seguridad jurídica a ambas partes. Y si una familia cae en vulnerabilidad, que no sea el propietario el que tenga que hacerse cargo de esa familia vulnerable porque acaba siendo vulnerable él. Aquí hay dos derechos que chocan. Uno es el derecho a tener una vivienda, que está reconocido en la Declaración de los Derechos Humanos; y otro es el derecho a la propiedad privada y a la libre disposición.
Si yo tengo un cuadro en casa que vale 300.000 euros porque soy un loco del arte, nadie puede decirme “este cuadro que tiene usted que exponerlo en tal sitio para que la gente lo vea y lo disfrute”. No, mire, lo he comprado o ha llegado a mis manos por lo que sea. Es mío legítimamente. Usted no puede invadir mi derecho a la propiedad privada y a la disposición de ese bien.
El derecho a la vivienda y el derecho a la propiedad son dos derechos pueden convivir sin que uno vulnere al otro. Y evidentemente nadie queremos, solo faltaba, que en un país rico como el nuestro haya personas que no tengan una vivienda, porque no puede ser. Pero ahí las Administraciones tienen que ponerse las pilas.
"El derecho a la vivienda y el derecho a la propiedad pueden convivir sin que uno vulnere al otro"

¿A qué retos y problemáticas os estáis enfrentando actualmente los profesionales inmobiliarios?
Pues principalmente a la frustración de los compradores, a la frustración de los inquilinos, a la escasez de stock y a la rapidez. Es un reto en estos momentos.
Pongo siempre el ejemplo de una tienda. Si vas a una tienda y ves dos camisas colgadas, quieres ver tres y quieres ver si hay más surtido. Entonces el surtido en las inmobiliarias ha bajado muchísimo. Por tanto, el gran reto para los agentes inmobiliarios ahora mismo es poder satisfacer la demanda con la entrada de propiedades en su inventario para gestionar. Sin duda, poder dar servicio a las demandas que reciben es el gran reto ahora mismo de los agentes inmobiliarios desde el punto de vista operativo.
Desde el punto de vista de funcionalidad de las oficinas y de los profesionales, sin duda el gran reto ahora mismo es la digitalización 100% con la inteligencia artificial y saber abrazar esa tecnología para dar un mejor servicio y hacer un mejor seguimiento a los clientes, y que su negocio sea más sostenible en el sentido de generación de recursos y que presten un servicio cada vez mejor. El gran reto es saber abrazar esa tecnología que está aquí y que no hace falta que incida demasiado en ella. Y esto está mejorando muchísimo. Las inmobiliarias que están abrazando esa tecnología están mejorando mucho su productividad y la calidad del servicio a sus clientes, con un servicio más rápido e incluso instantáneo en muchas ocasiones.
"Poder dar servicio a las demandas que reciben es el gran reto ahora mismo de los agentes inmobiliarios"
¿Está preparado el mercado? Porque hay muchas inmobiliarias pequeñas…
Las pequeñas inmobiliarias, de dos o tres personas, van a tener un acceso más complicado a esas tecnologías. Esas inmobiliarias, para sobrevivir, van a tener que unirse a una red inmobiliaria que tenga personal especializado en tecnología. En ese sentido, creo que va a haber una necesidad de concentración.
¿En qué ayuda la tecnología a los profesionales inmobiliarios?
Indudablemente la tecnología te va a liberar de tiempo para dedicarte a lo que realmente importa, que es el cara a cara con tus clientes, el contacto humano, el saber preguntar qué quieres, qué necesitas, por dónde te mueves, cuál es tu objetivo… En definitiva, acompañar al cliente, que es la función de un agente inmobiliario. Yo siempre digo que un agente inmobiliario es como un ‘coach’ que acompaña a las familias en sus proyectos inmobiliarios, y la tecnología le libera de los trabajos más tediosos.
"Un agente inmobiliario es como un ‘coach’ que acompaña a las familias"
¿Crees que el momento como el actual, en el que la gente está desesperada por encontrar una vivienda, refuerza el papel del agente inmobiliario o de cara a la sociedad o le penaliza?
Lo refuerza tanto del lado del comprador como del lado del vendedor. Antes os he puesto ejemplos de inquilinos que dejan todo el expediente ya montadito para que cuando entre a una vivienda puedan alquilarla, y también está pasando con los compradores, porque las viviendas vuelan.
La rotación es tremenda, incluso hay listas de compradores solventes para las viviendas que entran en las inmobiliarias. Los compradores están apoyándose en los agentes inmobiliarios en ese sentido.
"Las viviendas vuelan. La rotación es tremenda, incluso hay listas de compradores"
Y de cara al vendedor tiene más sentido que nunca también trabajar con un agente inmobiliario. Un agente inmobiliario es especialista en poner en el mercado un producto, que en este caso es una vivienda…, y es especialista en darle visibilidad a esa vivienda para conseguir venderla en el plazo más corto y al valor más alto que pueda conseguir en el mercado.
El agente inmobiliario es el que sabe de poner una vivienda en el mercado, el que sabe dónde están los compradores idóneos para esa casa, el que sabe de negociar, el que sabe de todos los trámites legales que conlleva una transacción inmobiliaria, el que sabe encontrarle una hipoteca a ese comprador… La aportación de valor es innegable.
¿Está aumentando el nivel de profesionalización en el sector inmobiliario?
En UCI y SIRA hacemos un barómetro inmobiliario trimestralmente y vemos que la cuota de mercado de las inmobiliarias ha ido incrementándose. Es decir, los inmobiliarios se han puesto las pilas en los últimos 15 años y se han formado. O sea, han crecido profesionalmente.
Yo siempre digo que hay dos niveles, quizá como ocurre en todas las profesiones. Están los van al trantrán por su edad o porque lo que han hecho siempre les sigue funcionando y luego los que se preocupan por hacerlo cada vez mejor y estar a la última. Ese es el ‘high level real estate agents’ que dicen los americanos, que son los que adoptan enseguida las novedades. Y creo que los consumidores cada vez son conscientes de que, si quieres un buen trabajo, tienen que ir a un buen profesional. El consumidor está aprendiendo a escoger al agente inmobiliario. Cada vez tiene más criterio y sabe seleccionar a los que son buenos y le van a ayudar.
Si pintas tu casa, dásela al mejor pintor que te puedas pagar. Si tienes un problema jurídico, contrata al mejor abogado que te puedas pagar. Y no tiene por qué ser el más caro, pero sí el que te dé garantías. Al final una transacción inmobiliaria es algo muy relevante económicamente y patrimonialmente.
"Los inmobiliarios se han puesto las pilas en los últimos 15 años"
Me gustaría hablar de los jóvenes. En los últimos años casi todas las medidas han ido enfocadas al mercado del alquiler y a las ayudas para pagar la renta. ¿Crees que también es necesario crear ayudas específicas para la compra dirigidas a este colectivo?
100%. Ya las hay con los avales del ICO. Quizá el número de personas que se han acogido a los avales, que exceden del 80% que no financian los bancos, es menos de lo que esperaba.
Si no ayudamos a los jóvenes a ser propietarios, estamos creando pobres en el futuro. No quiero que se me malinterprete. Las personas que ahora estén en el entorno de los 60 años y hayan comprado una vivienda en su edad joven, la tendrán ya pagada al jubilarse.
Los ingresos con la pensión, comparados con los ingresos del salario, disminuyen. Por tanto, si disminuyen tus ingresos y tienes que seguir pagando una renta que va para arriba, evidentemente vas a vivir peor. Y ahora esas personas que están en los 25, 30 o 35 años, o incluso 40, pueden pedir una hipoteca a 25 años y a los 65 ya la tienen pagada. Pero, si no ayudamos a esas personas, el Estado tendrá un problema con la sostenibilidad de las pensiones.
¿Cómo van a sostener un nivel de vida digno si, insisto, tu renta no deja de subir? Si tus ingresos pasan de 3.000 euros a 1.800 euros de pensión y tienes que pagar 1.300 euros de alquiler, ya me dirás cómo van a mantener su nivel de vida.
Por tanto, hay que fomentar que esas personas puedan acceder como hicieron sus padres a una vivienda en propiedad o que tengan sistemas de ahorro.
¿Es recomendable entonces que los jóvenes compren una vivienda si lo pueden permitir?
Cuando tienes esa edad no piensas “voy a comprar, así cuando tenga 65 ya la tendré pagada”. En esa edad no tenemos el foco puesto en esos números. Estamos en otras cosas.
Pero si con 30 años puedes acceder a una vivienda de 60 metros y luego con 35 años tienes dos criaturas y necesitas una de 100 y no la puedes comprar es igual, es igual, alquila la de 100. El alquiler de la de 60 metros irá pagando la de 100. Y si en el futuro si tus hijos se marchan de casa y ya no necesitas la de 100, vuelves a la que es de tu propiedad.
Tampoco se trata de ser propietario de donde vives, pero sé propietario de algo, invierte en algo para el momento de tu jubilación. Si te jubilas a los 67 años y la esperanza de vida son 83-85 años, vas a estar mucho tiempo con unos ingresos seguramente un 40% o un 50% menores a los que tenías trabajando y con unas necesidades de gastos médicos superiores.
Tiene que ser muy triste ir al supermercado a buscar los productos que caducan mañana después de toda una vida trabajando por esa falta de planificación. Y que nadie te explique a los 30 que tienes que mirar por ese futuro, que si Dios quiere va a llegar. Por tanto, me preocupa que no eduquemos a esta generación.
De todas maneras, lo que nosotros vemos es que las familias su gran mayoría tienen arraigado ese concepto de la propiedad y los padres orientamos a los hijos en la medida de lo posible y les decimos “chicos, comprad. Aunque lo que te puedes comprar no te gusta para vivir, cómpralo y lo alquilas”. Puedes vivir en otra vivienda alquilada y más o menos te vas quedando a la par y tienes ahí tu rinconcito para cuando quieras regresar. Si no, insisto, tendremos que incrementar las pensiones a los jóvenes de ahora de una manera descomunal o buscar otras alternativas que yo no soy capaz ahora mismo de ver. Pero me parece que la más sencilla es fomentar ese ahorro.
"Tampoco se trata de ser propietario de donde vives, pero sé propietario de algo, invierte en algo"

Estamos a las puertas de Inmociónate. ¿Qué novedades hay en la nueva edición de uno de los eventos para profesionales inmobiliarios más más importantes del año? ¿En qué os vais a enfocar?
Indudablemente estamos en un momento dulce para los inmobiliarios, a pesar de todas las situaciones que hemos repasado. Sin embargo, estamos en un momento también decisivo para la actividad, porque hay muchas cosas que están cambiando a una velocidad tremenda y también hay muchas incertidumbres que se nos vienen encima.
"Hay muchas incertidumbres que se nos vienen encima"
En Inmociónate 2025 que celebramos el 15 y 16 de mayo en Torremolinos vamos a tratar de desgranar qué nos espera, desde la geopolítica a la inteligencia artificial. También ofrecemos networking, que abre un abanico de posibilidades para mejorar el negocio; y tenemos los habituales premios para propuestas de compañías que prestan servicios a agentes inmobiliarios y que son innovadores; los premios de marketing y los premios Inmosolidarios, donde los inmobiliarios nos han propuesto campañas solidarias que han llevado a cabo, este año muchas centradas en el desastre de la Dana, que no se puede dejar de recordar.
En esta edición también hay un grupo importante de asistentes extranjeros. Vienen de Argentina, México, Perú, Colombia… Y hay un grupo importante también de norteamericanos, porque SIRA es el representante en España de la NAR, la asociación de inmobiliarios más importante del mundo. Por ejemplo, viene un grupo importante de Florida y, por primera vez, un asistente de Alaska.
Este año también tenemos una ‘masterclass’ de Nuria Ribera, que es la presidenta de los profesionales inmobiliarios de habla hispana en Estados Unidos, donde hablará de los jóvenes, la aversión que hay a veces hacia la propiedad y de la importancia de planificar nuestra vida, ver cuáles son nuestros objetivos y qué tenemos que hacer para para alcanzarlos. Esta ‘masterclass’ es una primicia en nuestro mercado. Si eres inmobiliario, no te lo puedes perder.
¿Qué aporta Inmociónate a los profesionales inmobiliarios?
Inmociónate es el punto donde ver qué cosas hacen otros y donde vas a poder ‘copiar’ a los buenos. Es el punto donde vas a ver abrir los ojos y compartir. Si la industria mejora, mejoramos todos. Además, hay sesiones formativas y sesiones motivacionales. Nunca viene mal un chute de energía, porque todavía queda mucho por avanzar para mejorar la percepción que se tiene de los inmobiliarios.
Evidentemente no puedes gustar a todos. Ninguna profesión gusta al 100% de la población, pero hay que insistir en la aportación de valor que hace un buen agente inmobiliario, que es tremenda, al igual un buen médico o un buen abogado. Hace falta empoderar a los agentes inmobiliarios y que no se dejen tratar de menos ni siquiera por la Administración, que no nos escucha cuando somos los que más sabemos de esto.
Por tanto, hay que trabajar en la parte motivacional y en cómo mostrar cada vez mejor el valor que se aporta. Y esa es una de las grandes misiones del evento: dar esa motivación para trabajar juntos y desarrollar cada vez servicios de mayor calidad para ayudar a nuestras comunidades.
"Ninguna profesión gusta al 100% de la población, pero hay que insistir en la aportación de valor que hace un buen agente inmobiliario"
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