El gigante Pimco ha puesto el punto sobre las íes en su último informe de previsiones. A pesar de que no es su escenario central, una de las mayores gestoras de renta fija del planeta alerta de la posibilidad de que se produzca una recesión global en los próximos años.
Sus números apuntan a que, en el próximo lustro, lo más probable es que veamos un escenario económico internacional estable, marcado por un crecimiento económico muy moderado, una inflación baja, una recesión que será más leve, pero más larga, que la que estalló en 2008.
Y es que entre los riesgos a revisar están el posible recrudecimiento de la tensión comercial entre EEUU y China, el alza de los movimientos populistas, el impacto en las economías del envejecimiento de la población, el cambio de paradigma al que están abocadas las empresas por la aparición y el desarrollo de nuevas tecnologías, la vulnerabilidad de los mercados financieros por posibles sobrevaloraciones de los activos y las alteraciones que pueda provocar en la vida de las personas y los modelos empresariales la lucha contra el cambio climático.
A pesar de el contexto global pone sobre la mesa muchos riesgos, Joachim Fels, ex economista jefe mundial de Morgan Stanley en Londres y actual director general y asesor económico global de Pimco, ha resaltado en unas jornadas en Madrid que España está en mejores condiciones que la eurozona para afrontar la próxima recesión.
“España es la mayor historia de éxito económico de Europa de los últimos cinco años. La economía ha ganado competitividad desde que terminó la crisis, sobre todo gracias a las reformas en materia laboral, así como por los bajos tipos de interés, que le han ayudado a crecer más que la media de la eurozona”, ha aclarado Fels. El mismo que en el peor momento de la crisis aseguró que España iba a ser la nueva Alemania.
No obstante, esta posición de ventaja no significa que nuestra economía esté exenta de riesgos. El director general de Pimco asegura que España se podría ver afectada por una posible escalada de tensión en el pulso comercial que mantienen EEUU y China. Felchs descarta que la primera potencia mundial pueda llegar a un acuerdo parecido al que ha firmado recientemente con México, ya que una de las razones que se esconden detrás del conflicto comercial es que EEUU arrastra un déficit comercial con el país asiático, y asegura que las tensiones más allá del ámbito comercial y se acercan a una estrategia geopolítica.
El problema para España vendría del impacto de que se mantenga o se incremente la tensión entre ambas potencias en mercados como Latinoamérica (una zona prioritaria para la economía doméstica), para los países exportadores (más de un tercio del PIB ya depende del sector exterior) y para sectores que dependen mucho del sector exterior (por ejemplo, el automovilístico).
Otro factor de riesgo es el Brexit (aunque gran parte de los efectos ya están descontados por las empresas y el mercado), así como un nuevo episodio de incertidumbre protagonizado por la situación económica y política de Italia, y su posible contagio a los demás países periféricos como ha sucedido en el pasado. El país transalpino protagonizó a finales del año pasado la atención de los mercados ante su negativa de elaborar unos presupuestos ajustados a las exigencias de Bruselas.
A pesar de que finalmente el Gobierno llegó a un acuerdo con la Comisión Europea y evitó un expediente, ahora los focos comunitarios vuelven a sobrevolar el país: Bruselas ha activado el procedimiento para sancionar a Italia por no haber tomado medidas que redujeran la deuda pública, situada actualmente por encima del 130% del PIB. Este anuncio coincide además con unas desavenencias políticas entre los dos partidos populistas que están gobernando: la Liga (formación liderada por Matteo Salvini) y el Movimiento 5 Estrellas (capitaneado por Luigi di Maio). Unos desencuentros que, según las últimas noticias, podrían estar cerca de tocar fin para evitar nuevas elecciones y las sanciones europeas.
Por último, Fels ha recordado que, aunque espera que los bancos centrales de todo el mundo mantengan activadas medidas expansivas, el margen de maniobra disponible ante futuras turbulencias económicas y financieras cada vez es más reducido. Y no podemos olvidar que la artilerría pesada que ha sacado el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos años ha sido una pieza clave en la recuperación de la economía española.
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