La pandemia ha golpeado con fuerza a todos los sectores de la economía y el hipotecario no ha sido una excepción. El nuevo escenario que ha dejado la crisis sanitara ha propiciado cambios en los préstamos para la compra de vivienda que, en muchos casos, parecen haber llegado para quedarse. Por ejemplo, las hipotecas fijas están ganando terreno a las variables, la competencia entre los bancos sigue creciendo, al igual que la apuesta por lo digital. Además, el sector financiero cada vez exige más condiciones a los futuros prestatarios y está restringiendo la concesión de las famosas hipotecas al 100%.
Repasamos los principales cambios que hemos visto en plena pandemia y que podrían mantenerse a medio plazo:
Euríbor en mínimos durante mucho tiempo
Una de las características que parece que definirá el sector hipotecario después de la pandemia es que el euríbor se mantendrá en zona de mínimos históricos al menos hasta 2022. Esta situación no tiene su origen directamente en el covid, pero sí que podemos considerar que la pandemia ha contribuido a mantener el euríbor a la baja, tanto en 2020 como en lo que llevamos de 2021, y que esta situación se prolongará hasta finales de año y, muy probablemente, también en los próximos ejercicios.
De hecho, son muchos los expertos que pronostican que el índice de referencia podría quedarse en terreno negativo al menos cinco años más. Todo ello se sustenta principalmente en la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE), que quiere garantizar el acceso a la financiación para asegurar que la economía siga creciendo a buen ritmo, y en el histórico cambio que ha anunciado recientemente. La máxima autoridad monetaria y financiera de la eurozona ha flexibilizado su tradicional objetivo de inflación con el fin de poder mantener las medidas extraordinarias incluso aunque los precios suban por encima del nivel deseado.
Más hipotecas fijas y menos hipotecas variables
Otra de las características que definirán las hipotecas poscoronavirus es el auge de las hipotecas fijas frente a las de tipo variable. Esto es lo que cabe esperar en situaciones de incertidumbre, cuando el consumidor prefiere apostar por la seguridad y minimizar el riesgo, incluso cuando ello le pueda salir más caro.
La concesión de hipotecas fijas ha crecido de forma gradual en los últimos años, aunque en lo que llevamos de año han batido récord y han llegado a representar más del 58% de las nuevas operaciones, según los datos del INE.
Y es que no podemos olvidar que la pandemia está impulsando un cambio en los consumidores: cada vez demandan mayor seguridad frente a la incertidumbre económica y sanitaria. Sin embargo, los expertos creen que la tendencia al alza de las hipotecas fijas se mantendrá en los próximos años, pese a los niveles históricamente bajos del euríbor.
Disminución de las hipotecas al 100%
Uno de los aspectos más destacables de las hipotecas después de la pandemia es la reducción de oferta relativa a la financiación al 100%. Es decir, hay menos hipotecas que financian el precio total de la vivienda. Estos préstamos conllevan riesgos tanto para los clientes como para los bancos y, en un momento de incertidumbre como el actual, el sector financiero está apostando por aquellas operaciones que les ofrezcan mayor seguridad, pese a obtener menores beneficios con ellas.
Mayor competencia entre bancos y mayor oferta de productos hipotecarios
El covid también ha traído consigo consecuencias positivas para los usuarios. La elevada competencia que existe en el sector financiero para captar nuevos clientes vía hipotecas está propiciando un aumento de la oferta de productos hipotecarios.
Es decir, la pandemia ha supuesto la consolidación de los productos específicos: productos hipotecarios que se segmentan para diferentes perfiles de clientes y que permiten ofrecer productos personalizados a las necesidades y situaciones personales de cada cliente. Un buen ejemplo de este tipo de productos específicos son las hipotecas para jóvenes menores de 35 años.
Auge de lo digital y un cliente mejor informado
Otra de las consecuencias de la pandemia (y especialmente durante el confinamiento) ha sido la necesidad de realizar operaciones de forma telemática o virtual. Esta tendencia ya se venía desarrollando antes de la crisis sanitaria, pero su llegada ha sido todo un revulsivo.
De esta forma, el espacio virtual cobra mayor protagonismo en el sector hipotecario, así como la presencia de clientes más informados y que demandan más información antes de contratar una hipoteca. En los últimos meses está cobrando especial importancia el paso previo a la contratación, es decir, comparar el mercado hipotecario. Este análisis permite a los usuarios acceder a una oferta mayor de productos hipotecarios y obtener una perspectiva completa de las alternativas disponibles y que mejor se ajustan a su perfil personal y a la casa que se puede permitir.
Bancos más exigentes con los perfiles de sus prestatarios
Otra de las características que definen las hipotecas después de la pandemia es que los bancos se han vuelto más exigentes con los perfiles de sus prestatarios. En este sentido, además de tener en cuenta aspectos como la solvencia económica y el historial laboral, también cabe destacar la importancia que cobran algunos sectores que se perciben como más “seguros”.
Por ejemplo, ahora la mayoría de los bancos ha incorporado como perfiles confiables los perfiles tecnológicos (informáticos, ingenieros, etc.), ya que actualmente están muy demandados y está previsto que lo sigan estando en los próximos años.
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