
Pedro Rognoni, presidente de Hispalyt (Asociación Española de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida), explica a idealista/news la situación del sector ante el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. "Los fabricantes españoles no dependemos de la arcilla de Ucrania y no tenemos problemas de abastecimiento", afirma. Sin embargo, Rognoni denuncia el aumento de los costes energéticos. "Las facturas de la luz y del gas se han multiplicado en algunos casos por cinco y si el Gobierno no toma medidas existe la posibilidad de que alguna fábrica tenga que parar o eliminar algunos turnos de producción", relata.
La guerra en Ucrania está afectando a la economía mundial debido a la globalización, pero hay algunos sectores que se están viendo más afectados que otros. En este escenario, la construcción vive con especial preocupación el aumento de los costes de construcción de algunos materiales y la escasez de algunos. Algunas voces apuntaban a que los fabricantes de ladrillo podrían estar en serio apuros al importar arcilla de Ucrania, pero la realidad es que este sector es totalmente independiente de este país.
"Los fabricantes de ladrillo españoles utilizamos tierra de Galicia, Extremadura, alguna parte de Aragón como Teruel, Ciudad Real... Por este motivo, en esta vertiente no nos afecta el conflicto entre Rusia y Ucrania", aclara Rognoni. Sin embargo, la guerra sí ha acrecentado la subida de los precios de la luz y el gas, un problema que sí afecta directamente a la producción de ladrillos, una pieza clave en la construcción de viviendas. "Debido al aumento de las facturas, el millar de ladrillo ha pasado de 270 euros a 650 euros", asevera el presidente de la asociación.
"El aumento del precio del carburante que ha derivado en una huelga del transporte agrava la situación", añade. Todos estos factores podrían desencadenar en un parón total o parcial de algunas de las fábricas. "Si no cambia nada habrá empresas que paralizarán la producción o eliminarán algún turno", relata Rognoni.
El presidente de la asociación sí reconoce que hay otro sector que también trabaja con cerámica que lo está pasando peor porque en su caso sí depende de la arcilla ucraniana. Así lo refleja el comunicado de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer). "La industria cerámica está atravesando una de las peores crisis de los últimos años a causa del incremento desmesurado del precio del gas, electricidad y materias primas; y agravada por la amenaza de falta de arcillas blancas a causa del conflicto en Ucrania", aseveran.
La patronal también ha manifestado que comparte con el sector del transporte la "compleja" coyuntura que atraviesa por el alza de los costes de los carburantes y que respeta el derecho a huelga de los trabajadores, sin embargo, rechaza "enérgicamente" la acción de los piquetes "que están vulnerando el derecho al trabajo de aquellos que no secundan los paros".
"Los paros en el transporte llegan en el peor momento y, si no se resuelve la situación inmediatamente, pueden llegar a forzar la parada de hornos por falta de suministros de ciertas materias primas, incluso provocando más ERTEs en el sector de los que ya se están registrando a causa del alza del precio del gas", ha advertido Ascer.
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