Más autonomías siguen los pasos de Madrid y anuncian una deflactación del IRPF. La Generalitat valenciana aumenta en un 10% de la cuantía exenta de tributación en el impuesto, el máximo que permite la norma, crea una nueva tarifa autonómica adaptada a la inflación, y amplía en un 10% de todas las deducciones y bonificaciones fiscales, que beneficiarán a las rentas de hasta 60.000 euros al año. La Xunta de Galicia, por su parte, bajará el tramo autonómico a quienes ganen hasta 35.000 euros. En ambos casos, la medida tendrá efectos retroactivos desde el pasado 1 de enero.