El sector inmobiliario en la mayor economía del mundo empieza a mostrar los primeros síntomas de desaceleración en los últimos trimestres. La inversión residencial ha crecido por debajo del 1% desde el arranque de 2018, las ventas de viviendas han caído durante los tres primeros trimestres y los precios se han moderado.
El mercado inmobiliario es un sector importante dentro de la economía estadounidense, y jugó un papel importante en la crisis financiera de 2008. Y pese a que la economía de EEUU está cerca de batir el récord de crecimiento duradero, el mercado inmobiliario ha mostrado una desaceleración en los últimos meses, según el último informe de Caixabank Research.
“La inversión residencial ha pasado de crecer cerca de un 3,5% en 2017 a menos de un 1% en los tres primeros trimestres de 2018, las ventas de viviendas tanto nuevas como de segunda mano han caído desde principios de año, y el crecimiento de los precios se ha moderado”, según Caixabank.
Pero esto no surge por arte de magia. La retirada de estímulos monetarios ha influido en la desaceleración del sector como el aumento de los tipos de interés sobre las hipotecas (en torno al 5% y en máximos de ocho años). Además, esa salida de las deducciones fiscales sobre el IBI o los intereses hipotecarios influyen en esta ralentización del mercado.
Según las previsiones de los expertos, la actividad del sector seguirá a la baja en los próximos trimestres, pero no se acerca a lo ocurrido hace una década. “A medio plazo, creemos que es poco probable que se produzca una fuerte disrupción en el sector inmobiliario con consecuencias sobre el sistema financiero y la actividad económica, como sí ocurrió hace 10 años”, destacan desde Caixabank.
Desequilibrio entre algunos indicadores
Los precios se moderan en la primera economía mundial. Después de un lustro con crecimientos anuales medios del 6%, el valor de las casas se sitúa un 50% por encima de los mínimos de 2012 y un 10% por debajo de 2007, cuando llegó a su punto más alto.
La ratio entre precios de la vivienda y renta de los hogares se sitúa en el 3,3, prácticamente la misma que el promedio histórico de '3' durante los últimos 40 años. Aun así no ha parado de crecer desde 2012, cuando los precios llegaron a mínimos y la ratio fue de 2,7 veces.
Este nivel de esfuerzo de las familias fluctúa en función de la zona metropolitana analizada. Hay zonas de la costa oeste del país y del noroeste donde los precios son menos asequibles para los hogares. Tampoco el endeudamiento de las familias en relación a la riqueza inmobiliaria se encuentra en cifras llamada de riesgo. De hecho, actualmente se encuentra en el 35,5%.
“No se observa un desequilibrio entre la oferta de viviendas y la demanda. El ritmo de construcción permanece en niveles contenidos en relación con la demanda por la formación de nuevos, lo cual es un elemento de apoyo al ciclo expansivo del mercado inmobiliario iniciado en 2012”, comenta el informe de Caixabank.
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