
Suecia vive una importante corrección de los precios de la vivienda, que ya alcanza caídas del 12% desde máximos, mientras las principales instituciones suecas hablan que puede alcanzar hasta un 18%-20%, y seguirá bajando hasta finales de 2023. Los expertos ya anticipaban la vulnerabilidad del mercado residencial sueco, donde los hogares se han endeudado por encima de los fundamentales y además el 44% está expuesto a los vaivenes de las hipotecas a tipo variable. Reino Unido, EEUU, Australia o Nueva Zelanda también se arriesgan a importantes caídas.
En el actual entorno de incertidumbre hay cosas que se aceleran mucho más rápido de lo que se esperaban. Los expertos de Oxford Economics anticipaban hace apenas unas semanas la brutal caída a la que se enfrentaba el mercado de la vivienda a nivel mundial. Suecia era uno de los países señalados por este golpe al mercado residencial, junto a EEUU, Australia, Nueva Zelanda o Reino Unido.
Y los datos de octubre no han hecho más que confirmar la caída. El mercado inmobiliario en el país nórdico afronta su peor crisis desde los años 90. En la crisis de 2008 fue de los pocos ejemplos que se mantuvo fuera del boom de la vivienda y el crash financiero.
Según el índice HOX que elabora Valueguard, los precios ya han caído un 12% desde comienzos de año, cuando alcanzó máximos históricos. Frente a los últimos tres meses, el descenso es del 5,9%, mientras que en octubre ‘solo’ fue del 3%.
Pero las previsiones tampoco son alentadoras. El Riksbank, banco central sueco, prevé caídas de los precios de hasta el 18%, mientras que la mayor entidad financiera estatal, SBAB, contempla hasta un 20% de bajada. El grupo de servicios financieros Nordea también ha actualizado sus previsiones al 20%, frente al 15% anterior.
El boom de la vivienda en Suecia tomó un importante impulso tras la pandemia, con el incremento de la capacidad de ahorro de los hogares y un momento en el que los tipos de interés estaban históricamente bajos. Pues ahora, los hogares suecos se enfrentan a un elevado endeudamiento, acrecentado por una mayor cantidad de hipotecas firmadas a tipo variable en los últimos años, más volátiles a la actuales subidas de los tipos de interés.
Según los datos de la Federación Hipotecaria Europea, el 44% de los hogares suecos cuenta con una hipoteca a tipo variable. El banco central sueco se prepara para aumentar los tipos de interés en 75 puntos básicos, según las previsiones (y otros 25 puntos en febrero), y que anunciará el próximo 24 de noviembre.
El Riksbank ya anunció a finales de septiembre una histórica subida de tipos de 100 puntos básicos, para colocar los tipos de interés de referencia en el 1,75%.
A medida que aumentan los precios de la cesta de la compra, el Riksbank ha estimado que una familia en Estocolmo con préstamos que cubran la mitad del valor de su vivienda podría ver aumentar sus gastos generales en un 60% el próximo año.
A todo esto, se une la más que probable caída del número de viviendas iniciadas, donde los analistas prevén que para 2023 sea un 50% inferior al de 2021. Mientras, la oferta de viviendas aumentó un 49% interanual, mientras que el volumen de transacciones se redujo un 28% interanual en octubre. Las expectativas son de mayor caída de los precios de las casas, al menos hasta finales de 2023, mientras que los niveles de confianza de los consumidores siguen en mínimos.
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