En una época en la que el bullicio de las ciudades parece ser la única realidad para muchos, los pueblos de España ofrecen una alternativa tranquila y llena de encanto para residir. Estos pequeños núcleos, en muchos casos llenos de patrimonio y tradiciones, brindan una calidad de vida que, en ocasiones, parece perdida en las grandes urbes. El pueblo de Celanova, ubicado en la provincia de Ourense, Galicia, es un claro ejemplo de ello. El atractivo residencial de Celanova ya ha llamado a la puerta de más de uno, que ha decidido establecerse en esta localidad. Uno de los casos es el de María José y Sandra, dos hermanas que decidieron dejar La Coruña y volver al pueblo de su infancia. Un estilo de vida que "te lo da todo", tal y como apuntan en una entrevista a la plataforma Vente a vivir a un pueblo.