La Generalitat ha sacado a subasta 47 inmuebles procedentes de herencias intestadas. Se trata de pisos que queda sin herederos y pasan a manos del ente público quien, a su vez, debe destinar el dinero obtenido por dicho patrimonio a entidades sociales, tal y como etsablece la normativa. Pese a ello, la alcaldesa de Barcelona se ha mostrado contraria debido a que algunas de las viviendas ubicadas en Barcelona tiene inquilinos en su interior. La Generalitat, por su parte, advierte de que no puede frenar las subastas.